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Los cultivos esperan la tormenta de Santa Rosa

El evento anticipa el comienzo de las lluvias primaverales, dando una medida de su posible intensidad

La perspectiva para los próximos días indica que la clásica tormenta de Santa Rosa tiene pocas probabilidades de producirse en su fecha habitual del 30 de agosto, lo cual constituye un síntoma preocupante, porque este evento suele anticipar el comienzo de las lluvias primaverales, dando una medida de su posible intensidad.

  Durante el fin de semana, la presencia de un vigoroso centro de alta presión ubicado en el centro del país causará persistentes vientos que irán rotando desde el sudoeste al noroeste, aportando aire con temperatura superior a lo normal y muy escaso contenido de humedad. La región de Cuyo podría experimentar una zondeada. Este proceso provocará muy pocas lluvias. Sólo la costa atlántica y la Mesopotamia podrían experimentar algunas lluvias localizadas.

  La combinación de baja humedad, elevada temperatura y escasas lluvias causará un elevado consumo de la humedad del suelo. Para el sur y centro de la región pampeana, donde se dispone de reservas hídricas abundantes, esto generará buenas condiciones para el avance de las siembras y el arranque de los lotes. En cambio en el noroeste argentino, La región chaqueña y el norte de la región pampeana, en las que el contenido de humedad de los suelos es más bien bajo, se presentará un considerable estrés.

  A partir del lunes, los vientos rotarán del noroeste al nordeste, manteniendo el ascenso de la temperatura y provocando un incremento de la humedad atmosférica. El noroeste argentino, la región chaqueña, el norte de Cuyo, el norte de la región pampeana y el norte de la Mesopotamia observarán máximas cercanas o superiores a los 30 Grados Centígrados. El sur de Cuyo y el sur de la Región Pampeana registrarán marcas superiores a los 24 Grados Centígrados. Las lluvias serán escasas en la mayor parte del área agrícola.

  Hacia los últimos días de la semana, la llegada de un frente frío producirá un moderado descenso térmico y se registrarán lluvias sobre La Pampa y Buenos Aires.

  Julio y los primeros 20 días de Agosto observaron una reactivación de las precipitaciones que, por primera vez en varios meses, trajo alivio a las zonas afectadas por sequía del noroeste argentino y el oeste y centro de la región chaqueña, por lo que esta reversión del régimen de lluvias podría tener consecuencias negativas sobre el arranque del trigo y la implantación del girasol y el maíz.

  La combinación de baja humedad, elevada temperatura y escasas lluvias, que se espera para los próximos días causará un elevado consumo de la humedad del suelo, que podría ser muy negativa en las zonas con escasas reservas, como es el caso del noroeste argentino, la región chaqueña y el norte de la región pampeana.


La variabilidad
Por el momento, en el sur y centro de la región pampeana, donde se dispone de reservas hídricas abundantes, el tiempo seco y cálido generará buenas condiciones para el avance de las siembras y el arranque de los lotes. No obstante, si esta tendencia se mantiene por tiempo prolongado, el estado de los cultivos comenzará a deteriorarse.

Es muy probable que sigan alternándose lapsos con temperaturas sobre lo normal, con invasiones de aire polar que generarán un elevado riesgo de heladas, las cuales podrían continuar durante la primera parte de la primavera. Esto provocará una situación de riesgo. El calor hará que los cultivos pierdan su resistencia al frío. Si, como es de esperar, después se producen heladas, los daños podrían ser de consideración.

Eduardo M. Sierra

Convenio Fauba/Climagro