Novedosa intervención frena la transpiración permanente

Belén Travesaro / La Capital

Una técnica quirúrgica mínimamente invasiva para tratar la hiperhidrosis (sudoración excesiva), en auge en los Estados Unidos, Europa y Taiwán, se efectúa desde hace dos años en Rosario. Se trata de la simpatectomía torácica por videotoracoscopia, que permite inhibir la hiperactividad del sistema nervioso simpático responsable de la transpiración permanente y excesiva en manos, axilas y cara. En Rosario aún son pocos los tratados mediante esta técnica, mientras que en el exterior sus beneficios son ampliamente conocidos.

El cirujano Carlos Capitaine Funes explicó a La Capital que "una vez realizada la intervención, el resultado es inmediato, ya que el paciente pasa de estar con las manos mojadas y frías a tenerlas secas y calientes".

"En general los familiares de quienes sufren este trastorno optan por minimizar el inconveniente. Suelen decirles que lo que les sucede no es tan importante y que no se justifica someterse a una operación. Sin embargo quienes conviven con la hiperhidrosis sufren día a día los trastornos que provoca, como por ejemplo la dificultad para manipular papeles sin mojarlos o la incomodidad que les produce saludar a alguien sin impregnar con sudoración su cara o manos. Esta situación interfiere en la vida social, porque el afectado evita el contacto", agregó Capitaine Funes (ver recuadro aparte).

La simpatectomía torácica por videotoracoscopia, si bien requiere anestesia general, es mínimamente invasiva (las incisiones que se realizan por debajo de cada axila miden 5 milímetros). Desde allí se aborda el sector introduciendo una endocámara en la cavidad torácica y se identifica la cadena simpática (en la región posterior de cada hemitórax) llevando a cabo una denervación selectiva de los ganglios nerviosos que regulan la sudoración. La cirugía dura aproximadamente 20 minutos de cada lado del tórax. La internación es de aproximadamente 24 horas.


Menos agresiva
Hasta hace pocos años la intervención se indicaba en escasas situaciones debido a que el acceso a la cadena nerviosa requería la apertura del tórax y se consideraba un recurso demasiado traumático para la solución del problema. En la década del 90, con el surgimiento de la cirugía videotoracoscopia, es posible realizar intervenciones quirúrgicas en el tórax sin necesidad de abrirlo.

"La intervención no es tan conocida para tratar la hiperhidrosis, aunque sí para otras patologías como para cirugía del neumotórax, nódulos pulmonares y biopsias dirigidas", explicó el cirujano. Los resultados de la intervención en centros de Europa y Estados Unidos son excelentes en más del 98% de los pacientes.

En cuanto a los efectos adversos aparece lo que se conoce como sudor compensatorio, es decir, la aparición transitoria de sudor leve en la espalda o en los muslos, lo que es evaluado como un fenómeno "leve" por la mayoría de los operados comparándolas con las molestias padecidas antes de la intervención.

Durante el postoperatorio puede aparecer una leve molestia local transitoria, pero generalmente el paciente recupera rápidamente las actividades habituales. En cuanto a la cicatriz, queda disimulada debajo del hueco axilar.

Otras opciones de tratamiento son las lociones con base de sales de aluminio y la inyección de botox (toxina botulínica). Con respecto a la primera consiste en la aplicación de una solución líquida sobre el área, 2 ó 3 veces por semana. Si bien puede ser efectivo para algunos pacientes, otros no lo toleran ya que suele producir irritaciones en la piel.

La otra alternativa consiste en la aplicación de pequeñas inyecciones intradérmicas en las zonas de transpiración. El efecto varía según cada caso, pero en general se prolonga de 6 meses a 1 año.


Afecta más a los jóvenes
Según estadísticas de Estados Unidos, la hiperhidrosis afecta entre el 0.5 y el 1% de la población. Si bien no se conoce cómo repercute en la población de nuestro país, en Estados Unidos son aproximadamente 7 millones de personas.

En general aparece en la pubertad o en la infancia, y afecta más a los jóvenes. En algunos se registran antecedentes en la misma familia. "Muchos lo padecen y no lo comentan por considerarla vergonzante", subrayó Capitaine Funes.

La hiperhidrosis, que en general es crónica, puede ser primaria o secundaria. La primera es la más frecuente y tiene que ver con una hiperactividad del sistema nervioso simpático que regula la sudoración (entre otras funciones), mientras que la secundaria está asociada a trastornos de tipo metabólico.

Los arquitectos o quienes se desempeñan en tareas administrativas, se ven más afectados ya que permanentemente están en contacto con papeles.

Los que padecen de hiperhidrosis axilar manchan la ropa y deben bañarse varias veces al día, además de cambiar frecuentemente de zapatos y medias, entre otros inconvenientes de la vida cotidiana.

La transpiración excesiva provoca irritaciones locales, ya que el hecho de tener la mano siempre mojada genera una maceración de la piel que se arruga y se puede erosionar o agrietar.

Finalmente Capitaine Funes apuntó que la hiperhidrosis primaria provoca frecuentemente disfunciones psíquicas. "Muchos se vuelven retraídos, sienten pudor al saludar por tener las manos y la cara mojada. Les cuesta socializarse".

La hiperhidrosis en general aparece en la pubertad.