| miércoles, 25 de agosto de 2004 | La familia, en desacuerdo "Les dije que me dejen 4 o 5 meses tranquilo", dijo Zof "Entré en puntas de pie a casa", relató con una gran sonrisa el nuevo viejo entrenador canalla, al referirse a cómo volvió a su casa luego de haber acordado su octavo retorno a la primera de Rosario Central. "Eran como las una de la mañana y estaban durmiendo, y cuando me preguntaron a que hora había llegado, le dije que eran las once".
-¿Cómo tomó la familia esta decisión de volver a dirigir Central?
-No están de acuerdo, es la verdad. Tienen miedo, porque dicen que estoy grande, que la presión, que esto, que lo otro. Pero yo les dije: "Déjenme, ¿qué presión? A mí ya no me hace más nada". Voló la tapa y todo (risas).
-Igual se puede revertir. En las otras ocasiones en que usted volvió siempre arrancó con la familia en contra. Puede ser la cábala.
-Sí, sí, puede ser la cábala. Pero lo que más me reprochan es que se terminaron los asados los días domingos, porque yo los hacía. Pero yo contesté: "¿Ustedes no me decían que no hay que comer tanta carne?" (nuevas risas).
-¿Cuál fue el acuerdo al que llegó con Scarabino? ¿Va a estar hasta fin de año o más?
-En mi casa dije que me dejen tranquilo cuatro o cinco meses, y que después me voy. Ahora si vuelvo y digo que me voy a quedar un año voy a tener un lío bárbaro.
-¿Scarabino lo tuvo que convencer para que agarre o fue al revés?
-Si yo hubiera deseado ser el técnico, lo era antes que venga Púa. No estaba en mi mente antes ni ahora. Estaría tomando un café tranquilo y no los tendría a ustedes acá. Scarabino sabía que al técnico que venía lo iba a apoyar porque yo no quería saber nada, pero él vio una situación difícil y pretende que se formen técnicos nuevos del club, como Galloni, como Cuffarito Russo. Entonces sí agarré y cuando vea que la cosa se encamina entonces vuelvo al asado de los domingos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Zof trabajó bastante en pelota parada. | | |