Experiencia argentina para apoyar cambios en la agricultura española

En septiembre se realizará la segunda jornada iberoamericana de SD en la región de Castilla La Mancha

Martín Ambroggio (*)

Bajo un cálido verano Español, en una región semiárida, perteneciente a Castilla La Mancha, Aapresid y la Asociación Española de Agricultura de conservación (AC), están preparando su día de campo en siembra directa.

Rodeados de plantaciones de vid y olivares, los pivot de riego no dejan de arrojar agua, enmascarando la situación original, y permitiendo la obtención de buenos cultivos de maíz y alfalfa. A su vez, los agricultores observan preocupados el impacto que producen las gotas de agua sobre el suelo pobre en materia orgánica. Los pivot de riego no sólo dan vida a los cultivos, sino que también, en ciertas ocasiones, cuando se riega a los cultivos en las etapas iniciales, por la baja estabilidad estructural de los suelos, les terminan originando escurrimiento de agua, pérdidas de suelo por erosión hídrica y salinización en algunas regiones.

Según cuentan los mismos agricultores, sus fincas tienen una historia de labranzas de al menos unos 1.000 años. Hace apenas una semana, la población de Jaén, de aproximadamente 20 mil personas, ha quedado sin agua por detección de herbicidas en las represas, producto del arrastre de suelos tratados con herbicidas, hacia vías de escurrimiento. El fantasma de la erosión, se hace cada vez más visible y los efectos que ella produce se comunican cada vez más rápido. La erosión no sólo produce pérdidas de suelo, sino también contaminación de acuíferos, lagos, ríos, corte de caminos y rutas.

El desafío para los próximos años será el de producir en armonía con el medio ambiente. La siembra directa ya es una cuestión de interés en los principales polos productivos del mundo. Si bien hasta mediados de siglo pasado la atención estaba centrada en romper con la profecía de Malthus, que estimaba que por causa del incremento de la población mundial faltarían alimentos y la gente moriría de hambre, hoy el interés está centrado no sólo en la producción de alimentos de alta calidad nutritiva, sino también en la conservación de los recursos suelo, aire y agua. Lo que Malthus no había considerado era el factor tecnología, la disponibilidad de germoplasmas de alto potencial de rendimiento, herbicidas e insecticidas de alta eficacia y bajo impacto ambiental, etcétera.

Cada vez se habla más de sistemas de producción sustentables y dentro de los posibles, la siembra directa es el que mayores respuestas da, ya que une la alta productividad con la mejora del medio ambiente.

En este aspecto, Argentina posee la agricultura "más verde" del mundo. Si bien en estos tres últimos años, por las ventajas comparativas del cultivo de soja, hemos notado un incremento del área de este cultivo en detrimento de las gramíneas, no debemos olvidar que el 50% de nuestros campos están protegidos de la erosión bajo siembra directa, los cuales están siendo fertilizados con niveles por debajo de los que se tendrían que aplicar, con un uso de insecticidas y herbicidas que esta en el orden de los más bajos del mundo.


La marca argentina
Por lo tanto, tenemos la gran oportunidad de comenzar a comunicar hacia el exterior, principalmente en los países de la UE, no sólo la calidad de los agroalimentos que exportamos sino también generar una imagen positiva sobre el sistema de producción con el que fueron elaborados. No es lo mismo un país que exporta a expensas de la degradación de sus recursos naturales, que un país que, como está ocurriendo en la Argentina, duplica su producción en 10 años y los niveles de materia orgánica de sus suelos continúan mejorando.

Es importante trabajar en este sentido para que cualquier consumidor del mundo, tome un producto elaborado en Argentina y le venga una imagen de campos fértiles y libres de contaminación. Para ello es importante revertir muchas cosas. Entre ellas nuestra imagen en el exterior.

Argentina es uno de los países con mayor superficie de siembra directa, 16,6 millones de has, algo más del 50% de la superficie sembrada y con una tasa de incremento anual del 30%. Posee más de 50 fábricas de sembradoras de siembra directa, que no tienen nada que envidiarle en tecnología a las mejores de Brasil o EEUU.

Si bien hoy el mercado interno está absorbiendo casi la totalidad de la producción de la fabricación nacional, es probable que en el corto plazo se logre un nivel de equipamiento que hará que las industrias empiecen nuevos mercados para exportar.

Por eso, desde Aapresid, a través de jornadas didácticas orientadas a productores y técnicos de otros países, pretende posicionar a la Argentina como líder en esta materia, demostrando la calidad de sus recursos humanos y la tecnología lograda en maquinarias de producción nacional. Aapresid no pretende dar cátedras en ninguna parte, ni invadir a nadie, solo queremos aportar nuestro grano de arena y ser coherentes con nuestra filosofía.

(*) Aapresid

Ambroggio, en un recorrido por la finca Orán donde será el día a campo de Aapresid.