Rugby: Rosario venció a Buenos Aires

Pablo F. Mihal / La Capital

Por convicción. Por garra. Por entrega. Por eso el seleccionado mayor de la Unión de Rugby de Rosario venció (24-18) al poderoso Buenos Aires, que era el equipo que mayores chances numéricas tenía de consagrarse campeón del Argentino. Los Ñandúes consiguieron una victoria rutilante que enmarca el esfuerzo de un conjunto que quería cerrar el torneo con un éxito para pagar su deuda interna.

Tranquilo, muy seguro de lo que hacía, Rosario salió a la cancha aferrado a su libreto de no cederle la pelota a su rival y de desarrollar su propio juego en el que por por momentos ejerció una buena presión para la recuperación de la ovalada y tuvo sus frutos.

A la hora de atacar, cuando se animó, Rosario complicó a Las Aguilas. Incluso estuvo en un par de oportunidades a centímetros del ingoal local, pero se volvió con las manos vacías.

No obstante, dentro de la cancha los dirigidos por Gattarello, Rivas y Bossicovich crecían como protagonistas y no se desesperaron ni aún cuando fueron en desventaja por el penal del apertura porteño Santiago Fossati.

Los Ñandúes siguieron buscando hasta que llegó el merecido try de Camilo Boffelli, en una muy buena jugada colectiva del equipo visitante.

Bien en el scrum, parejo en el line out y con un Di Bernardo que tuvo más sombras que luces, Rosario se fue al descanso con un marcador favorable por 8 a 3.

La visita arrancó el segundo tiempo con las mismas ganas. Sabiendo que Buenos Aires iba a intentar recuperarse. Pero con mucha actitud y orden siguió siendo el protagonista principal de la tarde.

Para eso fue fundamental la conducta defensiva, ya que Buenos Aires contaba con jugadores fuertes y potentes físicamente capaces de desnivelar en pocos metros y con poco tiempo.

Rosario supo esperar a su adversario y aguantar la buena diferencia que había sacado en el primer tiempo y en el comienzo del complemento. Y cuando jugó, también puso de manifiesto la valía de sus jugadores.

Por eso tuvo su premio: por confianza y por convicción. Y porque se lo debían a ellos mismos. A este partido había que ganarlo como sea y Rosario lo hizo.

En cuanto a las claves del partido, en el line ambos equipos fueron muy parejos (Rosario perdió uno solo). Mientras que en el scrum, la visita sorprendió a propios y extraños ganando pelotas u obligando a Buenos Aires a cometer penales.

En los rucks, los rosarinos pudieron controlar al rival presionándolo continuamente. Y solamente cuando Buenos Aires encontró los espacios logró achicar las diferencias en el final del encuentro.

Así los minutos fueron pasando y Rosario sumó una nueva victoria, ante el equipo que antes del torneo era el gran candidato pero que en esta ocasión se quedó con las manos vacías. Por culpa de Rosario.

El seleccionado de Rosario apostó al orden defensivo y a una actitud conmovedora para vencer a Las Aguilas.