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 miércoles, 17 de marzo de 2004

Procedimiento en una pensión de Rioja al 1000
Detienen a un paciente psiquiátrico y sospechan que es el loco del puñal
La policía dice que tiene elementos de prueba, pero no los reveló. Denunciaron otras dos supuestas agresiones

Un paciente ambulatorio del hospital neuropsiquiátrico Agudo Avila fue detenido ayer por la policía en una pensión del microcentro de la ciudad, sospechado de ser el autor de los ataques atribuidos al loco del puñal. Los investigadores dijeron que "existen elementos probatorios para suponer que se trata" del tan buscado agresor pero no explicaron cuáles son. La detención se produjo luego de que trascendieran dos nuevos casos y aumentara la preocupación por identificar al responsable.

El sospechoso se llama Alejandro y tiene 37 años. Paciente ambulatorio del hospital neuropsiquiátrico Agudo Avila, es beneficiario de una pensión municipal por discapacidad mental. Desde hace un año vivía en la pensión de Rioja 1059, ubicada enfrente del Club Español. Cerca de las 16 de ayer, los efectivos de la comisaría 2ª lo detuvieron sin resistencia cuando llegaba a ese lugar. Según contó el comisario José Luis Juárez, a cargo de la seccional 2ª, los pesquisas lo ubicaron "a partir de una investigación en la que se colectaron testimonios de algunos testigos que lo incriminaban".

En el operativo llevado adelante en la pensión, los agentes secuestraron ropa que pertenecía al supuesto agresor, pero la fuente consultada no precisó si hallaron algún cuchillo como el utilizado en los ataques.

En la seccional de Paraguay al 1100, Alejandro fue atendido en primera instancia por una psicóloga policial. La entrevista duró 45 minutos y, en la charla, según voceros policiales, el paciente habría deslizado algunos dichos que indicarían que se trata del loco del puñal. Después de la evaluación, la psicóloga habría llegado a la conclusión de que el hombre detenido no estaba "apto" para declarar. Entonces, la jueza correccional Graciela Sedda, a cargo de la investigación del caso, dispuso su internación en el Agudo Avila. Anoche fue trasladado a ese centro asistencial, donde llegó "medicado".


Los pensionados
La pensión de Rioja al 1000 es una vieja casona de dos plantas. Tiene 18 habitaciones donde se alojan unas 60 personas. En el primer piso vivía el loco del puñal, un hombre "reservado e introvertido" que no tenía demasiada relación con los pensionistas. "Lo conocía muy poco. Solamente nos saludábamos y nunca me hubiese imaginado que era el loco del puñal", explicó una mujer que ocupa una habitación del segundo piso.

La mujer se mostró sorprendida por la detención de Alejandro y recordó que el sospechoso era "cariñoso" con sus tres hijos. "Les traía pedacitos de papel", memoró.

Patricia vive también en el albergue donde fue detenido Alejandro. Ocupa una habitación en el primer piso y brindó un dato cuanto menos inquietante. Dijo que el atacante no era calvo. Lo definió como "un buen vecino", aunque "callado" y aseguró que nunca observó una conducta "extraña" en su compañero de alojamiento.

"Estaba todo el día en la pensión y los fines de semana iba a bailar a un boliche de la Estación Fluvial", contó la mujer. Patricia tampoco recuerda haber visto a Alejandro con su mano vendada y conversó por última vez una semana atrás cuando la ayudó a "levantar las cortinas".

Patricia recién creyó que convivía con el loco del puñal cuando vio un segundo fotofit del agresor. Gimena tampoco parecía salir de su asombro por la detención del sospechoso, aunque señaló que era calvo. "Era bueno con nosotros. Me parecía normal y nunca demostró que fuera agresivo. Además no lo veo parecido a los fotofit que vi en la televisión", comentó.


Los últimos pasos
El último ataque se inició cerca de la 1 de ayer. Valeria María Alejandra Ariotti, de 27 años, esperaba en su Renault 12 que el padre cerrara el almacén de la familia de Ituzaingó 1228 cuando desde el asiento delantero divisó el paso de un "hombre pelado y de 1,85 metro".

El desconocido estaba vestido con una remera de mangas cortas de color negro y un vaquero. Tenía sus manos en el bolsillo y la chica pudo ver que "algo brilloso" sobresalía del pantalón. Valeria creyó que era un cuchillo o una navaja. "Le dije a mi papá que cerrara rápido el negocio y se metiera en el auto porque me parece que es el loco del puñal", explicó la comerciante.

El hombre pasó delante del auto sin decir palabra y caminó hasta la plaza Libertad. Allí deambuló sin rumbo fijo algunos minutos con una mirada "extraña". Después los Ariotti fueron hasta la estación de servicios de San Martín e Ituzaingó para dar aviso a la policía. "Vinieron, pero no lo encontraron", comentó.

Allí María se encontró con Emanuel, un cliente del almacén, y el chico salió a buscarlo. Según el adolescente, el agresor lo atacó con un puñal y le provocó un corte en uno de los brazos. Ayer a la tarde, la chica estaba convencida de que el hombre que había visto en la madrugada de ayer era el renombrado agresor.

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La vieja pensión de Rioja al 1000 de habita el presunto loco del puñal.

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