| miércoles, 17 de marzo de 2004 | Editorial Las exigencias del FMI El Fondo Monetario Internacional se ha encargado de dejar en claro que la Argentina tendrá que hacer frente a exigencias mucho más grandes en las negociaciones futuras. Lo hizo, exactamente, una semana después de que concluyera exitosamente la tensa negociación que le permitió a la Argentina, pago de 3.100 millones de dólares mediante, evitar un nuevo default y lograr la aprobación de la segunda revisión de las metas fiscales.
El gobierno de Kirchner apenas tuvo tiempo de celebrar aquel acuerdo, donde impuso muchos de sus criterios y resistió firme las presiones del organismo de crédito.
Ahora, Anne Krueger, presidenta interina del FMI, salió a explicitar los límites que tendrán las nuevas discusiones. Dijo que la Argentina debe avanzar rápidamente en la negociación con los acreedores privados, donde estará en juego nada menos que el pago de 81.200 millones de dólares en títulos de la deuda pública.
También anunció que el FMI exigirá un mayor superávit fiscal para aumentar los pagos de la deuda. Esta será, sin dudas, la gran pelea que se viene. El gobierno cree que el 3% que se fijó para este año es el techo, mientras que para el Fondo y Estados Unidos debe ser el piso.
El debate no será sencillo, porque Argentina sostiene que un mayor superávit conlleva un ajuste y el riesgo de que se frene el crecimiento de la economía. Por el contrario, para el FMI mayor superávit y crecimiento van de la mano.
Finalmente fijó, a su criterio, los desafíos del gobierno: redefinición de la relación Nación-provincias, las tarifas y la reformulación del sistema bancario.
En realidad Krueger no dijo nada que las autoridades nacionales desconozcan. Y no hizo más que confirmar que la pelea reciente fue sólo la antesala de lo que viene. En la negociación con los tenedores de bonos y la fijación del superávit fiscal, el FMI y el gobierno jugarán, ahora sí, todas sus cartas. enviar nota por e-mail | | |