Condenan a psicóloga que "enamoró" a un paciente

En un fallo sin antecedentes en la Argentina, la Justicia condenó a una psicoanalista a pagar por daños morales y psicológicos a un joven paciente, a quien sedujo y enamoró. En este caso judicial de mala praxis psicológica, un muchacho, que al iniciar la terapia tenía 17 años (ahora tiene 22), demandó a su terapeuta con quien vivió un fogoso romance hasta que ella finalmente decidió ponerle fin. Según el paciente, "tanta pasión y el abrupto desenlace final" empeoraron su salud mental.

En primera instancia, un juez rechazó el reclamo. Pero la Cámara revocó la decisión y condenó a la psicóloga a pagar al joven una indemnización de 28.000 pesos. Según precisó el diario Clarín, el fallo se basa en que la actitud de la analista generó en el paciente -que acudió en su adolescencia a la consulta por una fuerte adicción a las drogas- "un estado de desesperación con la convicción de no encontrar una salida" para sus problemas.

El joven aportó como prueba de la relación que mantuvo durante unos dos años con su psicoterapeuta -de unos 40 años de edad- algunas fotografías. Dijo que el romance empezó durante una sesión en que ella se acercó al diván y le hizo una propuesta sexual. Una vecina del paciente aseguró por otra parte haber visto varias veces a la pareja entrando al edificio donde vivía él.

Poco antes de que tuvieran lugar las denuncias, la profesional había avisado a su joven paciente que el romance no iba a continuar, lo cual terminó de desequilibrarlo.

Según cálculos realizados por peritos que actuaron en el juicio, el paciente seducido necesita ahora por lo menos 156 nuevas sesiones para recuperarse del amor contrariado.

El paciente presentó a la Justicia fotos que ella le había obsequiado y un compilado de temas musicales sugerentes como "Toda una noche contigo", dijeron las fuentes.

Los jueces del tribunal no condenaron a la psicóloga por razones morales, sino en base a artículos del Código Civil, referidos a la responsabilidad profesional, la negligencia y la omisión de cuidados de quien tiene un deber sobre la salud del otro.

El Código de Etica de la Asociación de Psicología de Buenos Aires censura vínculos cercanos entre el psicoterapeuta y el paciente, porque el profesional se encuentra en un lugar especial respecto de su paciente por ser el poseedor del conocimiento.

"Cuando empieza a tallar una relación amorosa o económica, entramos en una falla ética que puede conllevar a la mala praxis", dijo Lidia Zablotzky, miembro del tribunal de Etica de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires. (DPA y AFP)