Criticó el pedido de la directora del FMI de un mayor superávit para 2005

El gobierno rechazó el reclamo de Krueger

El ministro Lavagna relativizó los dichos de la jefa del organismo y dijo que "son parte de la negociación"

El gobierno nacional rechazó ayer frontalmente la renovada presión de la directora interina del Fondo Monetario, Anne Krueger, para que la Argentina eleve a partir de 2005 su ahorro fiscal y aumente así los pagos a los acreedores privados. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, relativizó las críticas y advertencias de Krueger, al asegurar que estas "son parte de la negociación y no hay que ponerse nerviosos".

Lavagna destacó que "es importante tener superávit fiscal, pero eso debe servir para crecer". El titular del Palacio de Hacienda relató que en las reuniones entre Kirchner y Lula "se llegó a la coincidencia que el crecimiento es el elemento central de la política y el superávit fiscal un instrumento" para alcanzarlo, en contraposición a los que exige el Fondo Monetario.

Lavagna reconoció que el actual vicepresidente de España, Rodrigo Ratto, puede llegar a ser titular del Fondo Monetario Internacional y en tono coloquial relató: "La semana pasada hablé con Rodrigo y le dije que se va a poner un poco más ortodoxo", si llega al cargo.

En tanto, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, calificó como un "techo" el nivel de superávit presupuestario de 3% del Producto Bruto Interno (PBI) para el 2005, en respuesta a declaraciones realizadas por Krueger a un matutino porteño, en las que sostuvo que ese porcentaje debería ser el "piso" a comprometer el año próximo.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, rechazó un mayor nivel de superávit y dijo que "lo que se debe entender es que los argentinos debemos revertir el nivel de pobreza e indigencia que tenemos hoy".

En medio de esta discusión, el presidente Kirchner firmó ayer el decreto que crea el comité de bancos que asistirá a la Argentina en el proceso de reestructuración de la deuda, uno de los puntos acordados con el FMI para avanzar en las negociaciones con los tenedores de bonos (ver aparte).

La titular interina del FMI, apenas una semana después de que se diera luz verde a la segunda revisión del acuerdo vigente con la Argentina, dejó entrever desde Washington que todavía no está asegurada tal aprobación, que debería producirse formalmente la semana próxima.

Krueger dijo que el superávit fiscal del 3% es el piso que Argentina debe destinar al pago de sus compromisos externos, y remarcó que "así figura en la carta de intención que se firmó" en septiembre pasado.

"No estoy de acuerdo" con la visión del gobierno argentino respecto a que aumentar el superávit fiscal pondrá en riesgo el crecimiento económico". Por el contrario, argumentó la economista estadounidense, esa medida "ayudará al crecimiento" debido a que los inversores volverán a confiar en el país y comenzará a fluir el crédito externo.

Lavagna dijo que no hay que ponerse nervioso.