Escasea la oferta de unidades de uno y dos dormitorios en el macrocentro

El precio de los alquileres de departamentos se disparó un 30 por ciento

La masiva llegada de estudiantes del interior incrementó la demanda. Sorpresa en las inmobiliarias

Carina Bazzoni / La Capital

Buscar un departamento para alquilar puede convertirse en una tarea imposible. El gran aumento que tuvo la demanda y la escasa oferta de propiedades -principalmente de uno y dos dormitorios- vació el mercado local, según reconocen desde las mismas inmobiliarias. Por supuesto, la situación repercutió rápidamente en los precios de las rentas que se dispararon hasta un 30 por ciento, respecto a los valores del año pasado.

Al menos, este es el porcentaje que reconoce la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario. Aunque algunos empresarios admiten que en algunos casos los precios crecieron entre un 40 y un 45 por ciento. Lo que en números reales significa que una vivienda que el año pasado costaba 180 pesos por mes, ahora se está ofreciendo en 250 y "quizás algo más".

"Es que no hay departamentos para alquilar", explicó Alejandro Juri, presidente de la cámara que nuclea unas 230 firmas. Su afirmación se repite entre los empresarios del rubro. "No hay mercadería", dijo Jorge Beltramone, dueño del comercio que lleva su nombre. "No quedó material", sostuvo Alicia Bühler, titular de Bühler inmobiliaria. "Realmente estoy sorprendido. En toda mi vida profesional nunca viví algo así", reconoció Norman Farías con 48 años de experiencia en este negocio.

Para algunos empresarios del rubro, el crecimiento de la demanda está íntimamente relacionado con la época del año y el inicio de las clases en las facultades. "Normalmente por estas fechas recibimos a los chicos del interior que se instalan en Rosario para estudiar", explica Bühler. No obstante, admitió que "este año nos quedamos mucho más rápido sin departamentos".

La misma hipótesis se teje en la cámara de empresas inmobiliarias, donde hasta se animan a poner un nombre al fenómeno. "Es el boom sojero", indicó Juri a la par que estimó que este año se triplicó la cantidad de chicos que llegaron a estudiar a Rosario.

A este elenco de clientes se suman también las nuevas parejas a quienes se les complica el acceso a un crédito hipotecario para comprar un inmueble, o las familias y los jóvenes que en el 2000 "devolvían los departamentos porque no podían pagar la renta", señaló Beltramone.

Lógicamente, en estos casos la búsqueda se orienta por departamentos de uno o dos dormitorios, cercanos a las facultades, en buenas condiciones y con bajas expensas. Aunque, la poca oferta hasta hizo declinar estas pretensiones. "Ya ni siquiera interesa el tema de los gastos centrales. Como no hay mucho para elegir, ahora los interesados ni se fijan en esto", dijo Bühler.

En cambio, para otros agentes inmobiliarios el problema no se acota al desembarco de estudiantes. Y más bien prefieren hablar de una desaparición de la oferta. "Tradicionalmente los alquileres representaron el 1 por ciento del valor del departamento, en los últimos años esto bajó primero a 0,5 y después a 0,3 por ciento. Esto hizo que muchos propietarios directamente se retiraran del mercado", sostuvo Farías.

Así, "muchos llegaron a pensar para qué tener ocupado el departamento", ya sea porque prefieren tener el inmueble disponible para venderlo en cualquier momento o porque el alquiler no justifica la pérdida de valor que sufre el inmueble por el mismo uso.

Sin embargo, el panorama parece estar cambiando. Y este crecimiento de la demanda produjo un inmediato aumento en el precio de los alquileres. "Es que desde enero de 2002 los valores locativos no sólo quedaron pesificados, sino que en algunos casos hasta se redujeron porque, inversamente a lo que sucede ahora, no había demanda", apuntó Andrés Gariboldi, titular de Dunod.

En este punto, Juri recordó "todas las concesiones" que se hacían el año pasado para ubicar un inmueble: descuentos, primer mes bonificado, expensas a cargo del propietario. "Eso ya no existe. Al menos por ahora", concluyó.

Ahora los carteles que ofrecen departamentos se distinguen a simple vista.