Tashkent. - La república centroasiática de Uzbekistán, limítrofe con Afganistán no pondrá a disposición de Estados Unidos bases militares para lanzar eventualmente ataques contra Afganistán, según le dijo el presidente Islam Karimov al secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld. Sin embargo, Karimov señaló que Estados Unidos podrá usar los aeropuertos de su país con fines humanitarios. Rumsfeld, quien llegó ayer a Uzbekistán para una ronda de consultas con Karimov en el marco de su gira por los países del Golfo Pérsico y centroasiáticos para sumar apoyos a la lucha antiterrorista, declaró ante la prensa que está conforme con el resultado de las conversaciones que mantuvo en la ex república soviética. Karimov dijo que Uzbekistán abrió el espacio aéreo para aviones estadadounidenses. En el aeropuerto se podrán estacionar aviones de transporte, helicópteros y el personal correspondiente para trasladar víveres y elementos de ayuda a Afganistán o buscar soldados desaparecidos. Uzbekistán cuenta con una importante base aérea de la era soviética. Asimismo, el presidente uzbeko confirmó que ya hay soldados estadounidenses desplegados en el país para preparar un campo de aviación, pero dijo que la presencia militar no debe superar "un número de tres cifras". Por su parte, funcionarios del Pentágono informaron que Estados Unidos había comenzado con el traslado a Uzbekistán de un batallón de 1.000 hombres, tropas de élite de una brigada de infantería de montaña. En otro orden, Karimov aceptó intercambiar información de los servicios secretos de ambos países sobre terroristas en Afganistán. "Vivimos desde hace ya tres años la cara salvaje, brutal del terrorismo, por ese motivo no podemos estar aparte en la lucha contra él", afirmó. En los meses de verano (boreal), rebeldes uzbekos del movimiento islámico habían llegado a su país natal desde Afganistán para crear un Estado teocrático fundamentalista a imagen y semejanza del Talibán. Karimov, un gobernante autoritario, lucha desde hace diez años con mano dura contra los fundamentalistas, pero este accionar es visto por algunos críticos como un incentivo que hace que más personas se sumen a sus filas. La gira ya llevó a Rumsfeld a Arabia Saudita, Omán y Egipto. Ayer voló a Turquía, único país islámico miembro de la Otán. (DPA)
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