Por segunda vez en la historia de Hollywood un realizador compite con dos películas en la categoría de mejor director. Steven Soderbergh lo hace con "Erin Brockovich" y "Traffic". La primera es un drama sobre la indefensión de la gente ante los desastres ecológicos que provocan las grandes empresas. La segunda es una mirada al mundo del narcotráfico y a cómo socava las raíces de la sociedad, empezando por la familia.
Las películas de Soderbergh cosecharon cinco nominaciones a los Oscar cada una. Esto puede convertir al director tanto en el gran ganador como en el gran perdedor de la noche. Pero las dos nominaciones como director están diciendo claramente que el innovador creador de "Sexos, mentiras y videos" se llevará esta noche la estatuilla dorada a su casa, o empezará a creer en la maldad proverbial que se dice anida en Hollywood desde siempre.