La Academia siempre se garantiza que un gracioso conduzca la ceremonia de entrega de los premios Oscar. En los últimos años el encargado de semejante responsabilidad fue el comediante Billy Cristal, quien no se privaba de nada a la hora de tomarles el pelo a los participantes, chistes que en general se pierden en el doblaje de emisión en castellano. Este año el actor de "Analizame" no estará en la conducción. Lo reemplazará Steve Martin. Considerado el prototipo del hombre medio americano, Martin forjó su carrera interpretando a personajes que no se caracterizaban por su inteligencia, y que gracias a esa falta de luces se metía en grandes problemas que despertaban la carcajada de los espectadores. Su humor naif es la carta de triunfo a la que apostó Hollywood, aunque el actor haya intentado en sus últimos filmes un perfil cercano a lo dramático, como en "Prisionero del peligro", donde interpreta a un estafador.