La tierra de los viejos titanes

Ischigualasto es considerado uno de los yacimientos paleontológicos más ricos del mundo de reptiles terápsidos, aquellos a partir de los cuales evolucionarían los mamíferos. Casi toda el área está formada por terrenos del período Triásico, característico por el dominio absoluto de los dinosaurios, el cual ha aportado una variada gama de reptiles fósiles y su estudio ha permitido un importante avance en el conocimiento de la historia de la vida.

Entre estos restos se destaca el cinodonte, que presenta características tanto de reptil como de mamífero, razón por la cual ha recibido el nombre de reptil mamiferoide. En la zona se han hallado también numerosos restos tanto de reptiles carnívoros como de herbívoros, algunos de ellos de gran tamaño como el saurosuchus galilei (4,5 metros de longitud y 1,4 de altura), armados con poderosas dentaduras, aunque el más famoso es el herrerasaurus.

El más reciente hallazgo, el del eoraptor convulsionó a la ciencia y es el más antiguo dinosaurio conocido hasta el momento (228 millones de años de antigüedad). También se han hallado restos de reptiles muy parecidos a los cocodrilos actuales y otras especies de gran interés para el mundo paleontológico.

Además de estos fósiles de reptiles se han hallado restos de árboles petrificados los que pueden observarse a simple vista en el Bosque Petrificado, ubicado dentro del circuito. Los testimonios culturales están presentes en inscripciones y dibujos en las rocas, puntas de flecha y otros elementos de piedra hallados en distintos sitios. Si bien estas evidencias no han sido profundamente estudiadas, se supone que pertenecen a antiguas culturas cazadoras-recolectoras y poseen una antigüedad de unos 1.200 a 1.400 años.

El eoraptor, voraz depredador que vivió en Ischigualasto.