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 domingo, 02 de septiembre de 2007  
Viajeros del Tiempo - Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Servicio telefónico: de mal en peor. Continúa siendo pésimo el servicio que presta al público la empresa telefónica de esta ciudad. Las odiosas deficiencias rayan ya en lo intolerable. En vez de ser el primero, el teléfono es en el Rosario el último medio de comunicación a que se apela, cuando no se tiene un mensajero que siempre llega primero a su destino que la comunicación pedida con insistencia a la central de la empresa. En cualquier otra parte, las autoridades municipales habrían tomado la ingerencia que les corresponde en asuntos como el del teléfono, pero la pasividad de la Municipalidad rosarina les mata el punto a las demás. El público se pregunta por qué las autoridades comunales no cumplen con su deber en este caso, sino que dejan a los abonados al teléfono librados por entero a los caprichos y a la indiferencia de esa empresa. La población ya borda comentarios molestos, porque no se encuentra una explicación digna a esta inacción y a este silencio cuando están en juego intereses muy respetables del comercio y de los rosarinos en general. A qué extremos habremos llegado con el pésimo servicio telefónico que la Asistencia Pública se ha visto precisada de solicitar que se le deje abierta la comunicación con la policía de un modo permanente todos los días, pues ni aun en los casos más urgentes y graves puede conseguir que la central le abra rápidamente la comunicación que se le pide. (1910)



El rol social de los millonarios. El millonario es una manifestación de la moderna vida económica, pero los escritores y periodistas deben recordarles siempre que sus fortunas son fruto de la labor colectiva y que deben restituir parte de esas riquezas a la sociedad. Sólo así se podrá contrarrestar la adulación de la que viven rodeados y que no se erijan en reyes y dominadores. (1910)

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