Viajeros del Tiempo

Rosario 1905 / 1910

Guillermo Zinni / La Capital

La ola. “Mar del Plata, 13 de enero de 1908. Salí ayer y regreso hoy. Yo no he venido a Mar del Plata a acariciarme con la ola; no he venido tampoco a comprar papas, que hay riquísimas. Mi viaje ha sido de ocasión. ¡Un viaje de cambalache! Poca cosa. Estoy de cuclillas sobre las arenas diamantinas de la playa. Escribo y sigo atento el movimiento cilíndrico de la ola que acaricia a un centenar de personas que se bañan. La playa está ahora más concurrida: es el baño de la tarde y se va formando como un hormiguero humano. Hombres y mujeres, como un inmenso rebaño de carneros blancos, desafían a las olas malhumoradas y rugientes. Bueno, no todas las olas rugen. Ved esa que ahora palmotea los flancos pecaminosos de una hermosa muchacha. ¡Hace unos minutos que la ola va persiguiéndola! Y las caricias se suceden a medida que la ola se pulveriza y vuelve a cobrar forma. La cabellera rubia ha sido besuqueada con delirante frenesí; ahora la ola golpea en las espaldas nacaradas. Y así sigue, mosca golosa, lamiéndolo todo. La bella ya se ha puesto en lugar seco y la hola parece decirle: ¡Adiós. Tantos afanes contigo para perderte así, ingrata! (Es lo que yo he creído oir que la ola decía, ¿y ustedes?). A las siete de la tarde volví a la ciudad y ahora me baño en sudores. ¡Uf! El termómetro a 35 grados y hay que correr. Esta es otra ola, y hay un millón de millonarios que aquí nos bañamos por igual”.



Otro récord automovilístico. Anoche llegaron a Córdoba los excursionistas García, Ples y Causolet, quienes han batido el récord del automovilismo habiendo recorrido los 695 kilómetros que separan a esa ciudad de la capital federal en 87 horas y 15 minutos, lo cual da, contando las paradas, un promedio de casi ocho kilómetros/h. Mañana regresan a Buenos Aires.