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 domingo, 25 de marzo de 2007  
Triple violación en la 1ª: policías condenados claman inocencia
En julio de 2002 una menor de 16 años fue ultrajada en la seccional de Juan M. de Rosas al 1300

Ariel Etcheverry / La Capital

"La chica nunca estuvo en la comisaría. Realmente es una causa judicial arbitraria porque no se tuvieron en cuenta ninguna de las pruebas que teníamos a nuestro favor y sólo se escuchó una campana". Los policías Juan Manuel Morales, Ariel Canelo y Fabián Ibarra, condenados a prisión por violar a Erica Joanna Córdoba, de 16 años, en el interior de la seccional 1ª en julio de 2002 (ver página 40), rompieron el silencio que se autoimpusieron durante más de cuatro años. Jamás declararon ante la Justicia y nunca habían ventilado su posición en los medios de comunicación. Ahora, quizás como última estrategia defensiva después de dos fallos en contra y la posibilidad de un último recurso ante la Corte Suprema provincial, los tres hombres se decidieron a contar "su versión".

Tras el fallo de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal que confirmó en segunda instancia penas de 12 años para Morales y Canelo, y de 10 para Ibarra, los tres salieron a decir que son inocentes, que no existió la violación que les endilgan y que fueron víctimas de una "brutal interna policial", aunque en este caso admitieron no saber de dónde partió la supuesta operación que los colocó a ellos mismos como chivos expiatorios. "No lo sabemos. Es una cosa de locos. Tal vez quisieron cortarle la cabeza al jefe de la seccional y pagamos nosotros por algo que no hicimos", afirmaron.


Esperanzas rotas
La Capital habló con los tres agentes a lo largo de unas dos horas y con la asistencia de su abogado defensor Luis Tomassevich quien participó en todo momento de la conversación Fue en el lugar donde purgan la condena el penal policial que funciona en la Alcaidía Mayor de la Unidad Regional II Y aunque fue la primera vez que los implicados en uno de los casos más resonantes en la historia penal de Rosario hablaron públicamente prefirieron no ser fotografiados de frente

"Hicimos todos los esfuerzos para demostrar nuestra inocencia. Ahora salimos a hablar porque teníamos esperanzas en la Cámara y luego de un año y dos meses vemos que todo salió mal. Con todo respeto a los jueces, creemos que no leyeron el expediente", afirmaron los agentes que están a punto de ser exonerados de la fuerza.

Los acusados intentaron despejar dudas y rebatir pruebas en un caso en el que -según dos fallos judiciales- se comprobó que no hubo la celeridad necesaria en la primera parte de la instrucción de la causa, lo que conspiró contra el objetivo de hacer justicia. En ese sentido, el abogado remarcó: "Es mentira que la denuncia haya sido cajoneada en la justicia. El juzgado de Instrucción Nº 7 (a cargo de Eduardo Suárez Romero), donde quedó radicada la denuncia, inició las actuaciones y armó un expediente de dos cuerpos. Lo que sí se cajoneó fue la circular enviada por Leyla Perazzo (titular de la Dirección de Asuntos Internos en aquel momento) al subsecretario de Seguridad Pública de la provincia, Enrique Alvarez, quien se la escondió al ex ministro de Gobierno Esteban Borgonovo para hacerlo quedar en ridículo al enterarse por el diario", remarcó el letrado.


En la comisaría
Morales quien en aquel entonces era el oficial a cargo de la 1 ª intentó desmentir una de las principales irregularidades detectadas en la investigación como lo fue que el ingreso de la menor a esa dependencia no figurara en el libro de guardia Cómo vamos a asentar el ingreso si la chica nunca entró ni estuvo en la comisaría dijo enfáticamente Esa noche había cuatro hombres y una mujer que ingresaron por averiguación de antecedentes Lamentablemente nunca se pudo ubicar a estas personas para que declararan aseguró

Otra prueba de cargo rechazada por los policías, aunque con argumentos un tanto débiles, fue la llamada telefónica que se registró desde un teléfono de la seccional a la casa de Ezequiel López, el chico que estaba con Erica y que fue detenido acusado de un robo. Según el expediente, la comunicación en la que la menor le pedía a la madre que se presentara en la comisaría con 200 pesos para sacarla a ella y al pibe se hizo a las 5.24 del 26 de julio de 2002.

Los policías dijeron que "cualquiera pudo hacer esa llamada" y deslizaron la posibilidad de que la menor haya conocido con anterioridad al hecho el interior de la seccional. "Cualquiera que haya ido como visita de detenidos pudo hacer el recorrido que describió la chica. Estamos seguros de que si se hubiese realizado un juicio oral y público, hubiesen aparecido contradicciones muy fuertes y hoy estaríamos absueltos".


Excusa
Canelo por su parte se defendió al asegurar que el día y la hora en que se produjo la agresión había sido comisionado al traslado de un preso de la seccional 1 ª a la alcaidía de Jefatura La chica declaró que fue violada entre las 5 y las 6 de la mañana porque vio un reloj en la comisaría Pero a esa hora estuve abocado al traslado a un detenido de apellido Guerrero que iba a ser llevado a Coronda y tenía que estar sí o sí a las 5 en Jefatura porque a las 5.30 salía el micro a la cárcel Eso quedó asentado en los libros de la 1 ª y de la alcaidía aseguró el cabo


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Morales, Canelo e Ibarra dieron su versión del caso.

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