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 domingo, 25 de marzo de 2007  
Aumenta el vandalismo y provoca pérdidas millonarias
La gente destroza contenedores, luminarias, columnas y cualquier elemento del mobiliario urbano

Más allá de los gastos fijos que el municipio invierte en resguardo de los bienes ciudadanos, el vandalismo lejos de detenerse aumenta. El área de Servicios Públicos es quizá la más afectada ya que debe reparar, entre otras cosas, las roturas de todo el mobiliario urbano; debe hacer la reposición de los contenedores y tuvo que cerrar los perímetros de los cementerios en custodia de esas instalaciones. Un párrafo aparte merecen los robos de cables y columnas de luminarias, la reposición y arreglos de los juegos infantiles de plazas y parques, los daños producidos en los gabinetes de semáforos, el trabajo permanente sobre las señalizaciones de las calles, y el arreglo de refugios de colectivos donde se rompen los vidrios, los elementos eléctricos y las pantallas lumínicas.

"Hacemos denonados esfuerzos por reponer en el corto plazo los elementos que se deterioran o destruyen, esta realidad nos obliga a repensar constantemente en elementos más apropiados, diseños y modos de colocación que resistan al vandalismo", recalcó la titular de Servicios Públicos, Clara García.

A la hora de explicar el fenómeno, la funcionaria aseveró "se trata de una conducta de desconsideración hacia el espacio común y una falta de respeto al prójimo. Son todos costos improductivos que salen de los bolsillos de las vecinas y vecinos de la ciudad, estimamos en aproximadamente 2.800.000 pesos anuales las reposiciones por daños o depredación".

En la misma sintonía explicó que el vandalismo no es exclusivo de la zona urbana de Rosario sino que hay reiterados actos de esta naturaleza a lo largo de la avenida de Circunvalación y en el acceso Sur, entre otros sitios poco poblados.

Según García, la rotura o daño del patrimonio urbano "es por gusto, da la idea de transgresión, de hacer frente a lo prohibido y también de impunidad". Así recordó que el ataque a los bienes públicos es un delito y llamó a la población a hacer las correspondientes denuncias cuando sea testigo de eso.

De todos modos, advirtió que en ocasiones especiales, como en partidos de fútbol u otros acontecimientos masivos, el problema se multiplica. Además, recalcó que tampoco este fenómeno está impulsado por intereses económicos como el robo de cables para comercializar el cobre. "No se piensa que todo elemento que se daña es un servicio a la comunidad que se deja de prestar, ya que si ocupa un lugar, satisface una demanda que puede ser de comunicación o directamente de servicio a la gente", remarcó.
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