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 martes, 19 de septiembre de 2006  
Choque de religiones. Un grupo terrorista iraquí prometió "conquistar Roma y abrir las gargantas" de los cristianos
El extremismo islámico amenaza al Papa y denuncia una "cruzada"
Tanto Al Qaeda como el máximo líder religioso de Irán condenaron al Pontífice por sus presuntas ofensas

Roma. - Tal como se preveía, el discurso de disculpas ensayado por el papa Benedicto XVI el domingo no satisfizo a los musulmanes y, al contrario, encendió los ánimos de los grupos más radicales. Militantes de un grupo vinculado a Al Qaeda en Irak amenazaron con una guerra a los "devotos de la cruz" y con "conquistar Roma" y "abrir las gargantas" de los cristianos, mientras manifestantes quemaron una efigie papal en protesta por los comentarios del Pontífice. Este se había referido, a través de una cita medieval, al carácter violento de la conquista islámica promovida por Mahoma. Paralelamente, los obispos italianos expresaron su apoyo al Papa, mientras en Naciones Unidas la Conferencia Islámica, que reúne a 57 naciones de esa religión, presentó una queja ante el nuevo Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Una organización que reúne varios grupos terroristas islámicos y es liderada por la rama de Al Qaeda en Irak emitió un comunicado luego de que el Pontífice declaró el domingo lamentar profundamente haber ofendido a musulmanes con sus dichos. "Le decimos al devoto de la cruz (por el Papa) que usted y Occidente serán derrotados, como en Irak, Afganistán y Chechenia", dijo en internet el Consejo de la Sura, (Ansar al Sura, en árabe).

"Romperemos la cruz y derramaremos el vino. Dios ayudará a los musulmanes a conquistar Roma. Que Dios nos permita cortar sus gargantas y que su dinero y descendientes sean el botín de los muyaidines", expresó el comunicado publicado en la Web.

  • En la ciudad shiíta de Basora, al sur de Irak, unos 150 manifestantes cantaron lemas y quemaron una efigie blanca del Papa. "¡No a la agresión!", "¡Censuramos al Papa!", cantaban frente a la oficina del gobernador. Los manifestantes también quemaron banderas alemanas, estadounidenses e israelíes.

  • Muchos musulmanes, incluso altas autoridades religiosas, consideran que el discurso de Benedicto XVI del martes pasado retrata al islam como una religión teñida de violencia. De hecho, no se trató de un discurso dirigido al público general sino de una lección académica en la Universidad de Regensburg, Baviera. Allí el Papa citó al emperador bizantino Manuel II Paleólogo, quien en 1391 mantuvo un áspero debate con un erudito islámico, enrostrándole el carácter dado por Mahoma al islam como religión que debía ser impuesta por la espada.

    Ante el cariz que tomó el asunto, el Vaticano instruyó a sus enviados en países musulmanes para que expliquen las palabras del Pontífice. De hecho, varios nuncios apostólicos ya debieron presentarse ante las cancillerías de países como Argelia, Marruecos y Sudán para dar explicaciones. El nuevo secretario de Estado de Benedicto XVI, el cardenal Tarcisio Bertone, dijo que los nuncios (embajadores) de la Santa Sede en países musulmanes visitarán a líderes gubernamentales y religiosos.

  • Ayer, el presidente francés Jacques Chirac no quiso criticar al Pontífice, pero pidió un uso del lenguaje más diplomático. "Tenemos que obviar hacer cualquier vínculo entre el islam, que es una religión grande, respetada y respetable, y el islamismo radical", enfatizó. Pero precisamente para los críticos del integrismo contemporáneo disociar el islamismo radical del "auténtico" islam es una falacia que no resiste el análisis de los hechos, cuando hay miles de clérigos llamando a la Yihad, incluso por TV, en todos los rincones del mundo musulmán e incluso en Europa. Con su intervención en Regensburg, el Papa habría intentado señalar este aspecto virulento del islam, aunque poniéndolo en boca de un bizantino del siglo XIV.

  • El obispado italiano dio su apoyo al Papa. "Como obispos italianos expresamos nuestro total apoyo y solidaridad con el Papa e intensificamos nuestras plegarias por él, por la Iglesia, por la libertad religiosa, por el diálogo y la amistad entre las religiones y la gente", declaró el cardenal Camillo Ruini en un discurso a la conferencia episcopal italiana.

  • En Irán, el máximo líder político y religioso del régimen islámico, el ayatolá Alí Jamenei, dijo que las palabras del Papa están en coincidencia con lo que llamó "una cruzada contra los musulmanes". Detrás de la controversia, afirmó el hombre más poderoso de Irán, aparece "el deseo de poderes cuya sobrevivencia depende de la creación de crisis" como la actual. El alto clérigo pareció referirse así al retroceso que ha experimentado el cristianismo en Europa en las últimas décadas.

    Jamenei dijo que los dichos del Papa en Alemania son "el último eslabón en la cadena de conspiración" que supuestamente está urdiendo el Occidente cristiano contra el mundo musulmán. Jamenei no olvidó citar las caricaturas de Mahoma como parte de la presunta conspiración anti-islámica, "así como los tonos insultantes de algunos políticos estadounidenses y europeos, y de diarios, hacia el islam".

  • En este clima exasperado, un grupo de países islámicos pidió ayer al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que "examine la tolerancia religiosa". Masud Jan, embajador de Pakistán ante las Naciones Unidas en Ginebra, dijo que a los países musulmanes se les aseguró que el Papa manifestó que lamentaba lo sucedido y se distanció del texto que causó la ofensa. Pero Jan, que habló en nombre de la Conferencia Islámica que integran 57 países de ese credo, expresó que el discurso fue, no obstante, un error.

  • En tanto, siguen sucediéndose episodios de violencia en el mundo musulmán al parecer vinculados con la polémica desatada por las palabras del Pontífice. Un funcionario italiano y su mujer belga fueron asesinados en Marruecos por desconocidos, pero la policía local descartó una relación con la polémica. La pareja, que trabajaba desde hacía poco tiempo para la Unión Europea (UE) en Rabat, fue hallada muerta en su vivienda.


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    Mujeres de grupos extremistas sunitas protestan en Ammán.

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