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 sábado, 05 de agosto de 2006  
Sentido homenaje de la Iglesia a monseñor Angelelli
En la catedral de La Rioja, el cardenal Jorge Bergoglio destacó la inmensa labor del obispo fallecido

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, sostuvo anoche que el obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli, "recibía pedradas por predicar el Evangelio y derramó su sangre por ello", y afirmó que el recuerdo del prelado "no es memoria encapsulada, es un desafío".

En una homilía que pronunció durante una misa concelebrada en la catedral riojana, con más de 14 obispos de todo el país, el cardenal Bergoglio destacó "el diálogo amoroso que existía entre el pastor y su pueblo", y dijo que Angelelli era "un hombre de encuentro, de periferias, que pudo vislumbrar el drama de la Patria".

La misa y, por separado, una peregrinación automovilística que encabezó el gobernador Angel Maza al lugar donde fue encontrado muerto el obispo, fueron las ceremonias centrales del homenaje que realizó en La Rioja al cumplirse ayer los 30 años del fallecimiento de Angelelli.

De hecho, se trató del primer homenaje y reconocimiento que la Iglesia argentina rindió al ex obispo Angelelli, quien murió el 4 de agosto de 1976 en un presunto accidente de tránsito que la Justicia procura ahora demostrar que fue un crimen cometido por sicarios de la dictadura militar.

Los actos organizados por la Gobernación comenzaron poco antes del mediodía, con una peregrinación automovilística que organizó el gobierno provincial, y encabezó Maza, al paraje sobre al ruta 38 denominado "El pastor", cercano a Punta de los Llanos, a poco más de 100 kilómetros de la capital riojana, lugar donde fue hallado Angelelli.


Diálogo entre pastor y pueblo
Por la noche, en su homilía en la cual recordó la figura del obispo fallecido, el cardenal Bergoglio destacó "el diálogo entre el pastor y su pueblo", al que calificó de "amoroso" y advirtió que "el santo pueblo fiel de Dios no se equivoca, es infalible". La misa se inició con un largo aplauso y terminó con un responso en la tumba que yacen los restos mortales de monseñor Angelelli.

El arzobispo de Buenos Aires puso como eje de su mensaje "el diálogo entre el obispo con su Iglesia", y estimó que "no es un diálogo fácil. Necesita audacia, coraje, aguante apostólico" ante el "maltrato y las dificultades que oponen quienes quieren que les digan lo que les gusta, lo que ellos quieren que el Evangelio diga".

Tras sostener que "la misma predicación del Evangelio mueve las aguas y provoca estas actitudes: el cuestionamiento al predicador a través de la desinformación, la difamación y la calumnia", afirmó que el pueblo fiel "sabe quién es pastor y quién no, y quien es mercenario. Los que tienen una posición tomada no interpretan ese diálogo", fustigó.

Tras subrayar su conocimiento de la obra del ex obispo, recordó que lo conoció el 13 de junio de 1973 cuando visitó La Rioja para un retiro espiritual. "Fueron días inolvidables", dijo.

La comunidad católica local recuerda que ese día Angelelli fue apedreado por un grupo de reaccionarios que rechazaban su labor pastoral.

"Recibimos la sabiduría de un pastor que recibía pedradas por predicar el Evangelio y encontré una Iglesia perseguida, entera, pueblo y pastor", afirmó, y sostuvo que el mensaje de Angelelli "era lo que quería la Iglesia desde el Concilio Vaticano II".

Bergoglio dijo que Angelelli "estaba enamorado de su pueblo, porque lo acompañaba hasta las periferias geográficas y existenciales clamando por la Justicia", y lo definió como "un hombre de encuentro, de periferias, que pudo vislumbrar el drama de la Patria".

El cardenal también rindió un homenaje a los curas Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias y al laico Wenceslao Pedernera, asesinados por la dictadura militar en 1976, al sostener la Iglesia riojana "se fue haciendo sangre y se llamó Carlos, Gabriel y Wenceslao".

"El pastor fue testigo de la fe derramando su sangre", sostuvo.

El primado de la Argentina aseguró que aquel 4 de agosto de 1976, cuando el obispo riojano cayó muerto sobre la ruta nacional 38, en un paraje desolado luego de haber sido interceptado por otro vehículo, "alguno se puso contento, creyó que era el triunfo. Fue su derrota. Esa sangre hoy clama por vida".

"La patria nos quiere hombres y mujeres libres, libres de prejuicios, libres de componendas, libres de ambiciones, libres de ideologías", precisó el purpurado en la catedral riojana, colmada de fieles pero sin autoridades provinciales.

Al término de la misa, uno de los fieles expresó a gritos "Viva el «Pelado» Angelelli" y una ovación recorrió cada rincón del templo, suscitando la emoción y hasta el llanto de los feligreses.

La gente tardó en retirarse de la catedral. Permaneció en silencio o cantaba "hay que seguir andando", mientras dos laicos subieron al altar con un cartel para reclamar Justicia.

Luego de la misa en la catedral, se realizó un fogón en la plaza 25 de Mayo de esa capital con la premisa "A 30 años, juntos por la vida".

Hoy se hará una peregrinación juvenil hacia Punta de los Llanos, que concluirá con una misa y un almuerzo en el paraje donde fue encontrado el cuerpo de Angelelli. (Télam y DyN)
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Bergoglio presidió un responso en la tumba de Angelelli.

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