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 jueves, 01 de junio de 2006  
Ultimatum. Dirigentes secundarios amenazan con paralizar el lunes el país si el gobierno no responde a sus demandas educativas
Estallan nuevos disturbios durante las protestas estudiantiles en Chile
Destituyen al jefe policial que ordenó la violenta represión del martes, que dejó más de 730 detenidos

Santiago. - Nuevos incidentes estallaron ayer en los alrededores del centro de la capital chilena, cuando estudiantes secundarios y grupos de encapuchados se enfrentaron con la policía, con un número indeterminado de detenidos y heridos. Fue el segundo día de manifestaciones violentas tras los disturbios que el martes dejaron decenas de heridos, 730 detenidos, y la posterior remoción del jefe policial que ordenó la represión.

Los nuevos enfrentamientos se iniciaron en el sector de la plaza Italia de Santiago, después de que estudiantes lanzaran piedras a los agentes policiales que intentaron disolver una marcha, que avanzaba hacía el palacio presidencial de La Moneda. Otros incidentes se registraron frente a la universidad de Santiago, en la zona oeste de la capital. Los estudiantes, que habían convocado a una protesta pacífica, acusaron a "encapuchados" e "infiltrados" de iniciar los disturbios.

Cifras preliminares hablaron de al menos diez detenidos. Dos policías y un periodista del diario El Mercurio resultaron heridos. En tanto, delincuentes infiltrados robaron su cámara a un trabajador de El Mercurio online que grababa las manifestaciones.

La cúpula del movimiento estudiantil de la enseñanza secundaria en Chile dio ayer un ultimátum al gobierno para que acceda a sus demandas de mejoras educacionales, pues de lo contrario realizarán una nueva gran movilización el próximo lunes. Hasta ahora, entre 600.000 y 800.000 estudiantes han paralizado sus actividades, con tomas de establecimientos educacionales y marchas no autorizadas, mientras los dirigentes de los escolares intentan llegar a un acuerdo con las autoridades.

Los estudiantes exigen pases liberados para el transporte de colectivo y que la prueba de acceso a las universidades sea gratuita. Además presionan por reformas en la jornada escolar y en una ley que rige la enseñanza, promulgada la víspera que el ex dictador Augusto Pinochet entregara el poder en 1990. Los gobiernos democráticos han procurado modificarla, pero hasta ahora han carecido del quórum exigido para los cambios. "Hacemos un emplazamiento al gobierno para que nos dé una respuesta a nuestras demandas. En caso contrario vamos a tomar otro tipo de medidas. Pero damos plazo solamente de aquí al viernes para que nos respondan a las demandas", dijo María Sanhueza, portavoz de los estudiantes.

La movilización juvenil, que ha suscitado la simpatía y apoyo de diversos sectores, incluso del oficialismo, ha provocado el mayor desafío al gobierno de Michelle Bachelet en sus 80 días de gestión. La mandataria reaccionó con "indignación" ante la represión contra alumnos secundarios y periodistas el martes, mientras la policía uniformada removió al prefecto de la unidad de fuerzas especiales que aplacó con golpes, carros hidrantes y gases lacrimógenos a los manifestantes. "Hemos manifestado nuestra indignación por los hechos acaecidos tanto con los periodistas y camarógrafos como con estudiantes que han sufrido de un exceso, un abuso, una violencia repudiable e injustificada", dijo Bachelet en el palacio presidencial de La Moneda.

Agregó que era "completamente coincidente" con la necesidad de una mayor igualdad en el sistema educacional y dijo que esperaba que prosperen las negociaciones entre el gobierno y los alumnos en las próximas horas.

La huelga se inició hace tres semanas en un puñado de escuelas, pero fue ganando terreno con el apoyo de más estudiantes, profesores y padres de los alumnos.

El jefe de Carabineros, José Alejandro Bernales, aseguró tras anunciar la destitución del jefe de las fuerzas especiales que los agentes que resulten responsables serán pasados a tribunales militares.


No sólo la policía
Pero las críticas no sólo apuntaron ayer contra la policía, pues la huelga de los estudiantes dejó en evidencia falta de manejo político del gobierno, según analistas. "La evaluación del gobierno es negativa, pues reaccionó tarde y no dimensionó sus efectos", dijo Guillermo Holzmann, director de Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. "Bachelet fue demasiado pasiva. Todos dicen que debió parar este tema antes. Los ministros parece que no le pusieron mucho asunto al tema", agregó Julián González, un vendedor de 38 años.

Las peticiones de los estudiantes se producido en momentos en que Chile se ha visto inundado de dólares por los millonarios ingresos del cobre, del que el país es el mayor productor mundial. Por ello, algunos analistas temen una ola de demandas de otros sectores sociales en los próximos meses, amparados en los altos ingresos que ha recibido el país.

Sin ir más lejos, los profesores iniciarán en dos semanas negociaciones salariales con el gobierno y luego sería el turno de los empleados fiscales y de los trabajadores de Codelco.
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Una joven es llevada detenida tras protagonizar incidentes con la policía.


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