Pami: caótico debut de los cambios de prestadores

Los jubilados no saben a partir de hoy a dónde acudir

La adjudicación directa de nuevos prestadores a partir de hoy continúa cosechando caos e incertidumbre entre los 45 mil afiliados rosarinos que responden al Pami. A menos de 24 horas de ponerse en marcha un nuevo modelo prestacional que excluirá a las gerenciadoras, muchos jubilados desconocen con quién y a dónde podrán atenderse.

La atención de los jubilados en el día en que debuta el nuevo sistema navega en aguas inciertas. Las nuevas reglas del juego en el Pami establecen una relación directa de nuevos prestadores a partir de junio, y tienen como base una resolución de la obra social de los jubilados (la 284/05) que define un nuevo modelo socio-comunitario.

Ayer, La Capital intentó comunicarse con alguna autoridad del Instituto de los jubilados en Rosario. Sólo circularon versiones extraoficiales en las que se estima que la adjudicación de cápitas se haría de acuerdo a la disponibilidad de camas de cada efector privado y en función de su personal y equipamiento.

Pero lo que sí es cierto es que los principales pools de sanatorios de la ciudad consideran que la prestación que abonaría el Pami estaría muy lejos de los valores que otras obras sociales y prepagas reconocen por cada uno de sus afiliados.

Las tratativas para el cambio de modelo prestacional comenzaron a fin del año pasado, pero tomaron relevancia a partir de la semana pasada, cuando los prestadores de salud locales recibieron una carta de rescición del contrato que los vinculaba al Pami desde 2000.

Pero lo que agrava aún más la situación en Rosario es la coexistencia de los prestadores con los policlínicos propios (Pami I y II). Según dejaron entrever algunos allegados al Instituto se habrían otorgado cápitas a médicos del Pami ya jubilados que en su momento trabajaron para los policlínicos.

El caos y la desinformación sobrevuela la sufrida clase pasiva, acostumbrada a tener que esperar y hacer largas colas para que los atiendan. En los últimos días y ante la proximidad de los cambios, muchos afiliados se agolparon en la sede local para obtener lo imprescindible: saber quién los atenderá a partir de hoy.

Sin embargo, ninguno pudo tener precisión al respecto. Lo improvisado de la programación y los cambios repentinos en la faz organizativa ponen de manifiesto que la modificación del sistema prestacional se debió haber consensuado con al menos tres meses de anticipación.