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 miércoles, 26 de abril de 2006  
Hace 9 años le sustrajeron el DNI y aún sufre consecuencias
Impiden estafa con una escritura robada
Dos hombres fueron detenidos al querer usar como garantía el título de un campo que no les pertenecía

Ariel Etcheverry / La Capital

La pérdida del documento nacional de identidad a manos de ladrones puede traer aparejado más de un dolor de cabeza. Eso le pasó a un vecino de la ciudad de Arequito al que hace unos 9 años le robaron su DNI. A su nombre se sacaron un par de créditos personales en una financiera de Rosario, que obviamente nunca fueron pagados, y hasta se obtuvieron copias de la escritura de un campo que se habría utilizado como garantía en al menos dos contratos de alquiler. La maniobra se desbarató cuando un hombre que utilizaba una cédula de identidad apócrifa con los datos de la víctima se presentó en una inmobiliaria para firmar un contrato como garante trucho y quedó detenido.

También fue detenido en el mismo procedimiento judicial, que fue grabado en audio y video por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), un presunto cómplice del timador. Ambos sospechosos, uno de los cuales está domiciliado en la localidad de Wheelwright, quedaron imputados de estafa a disposición del juez de Instrucción Nº13, Osvaldo Barbero.

La historia se remonta a 1997 cuando Roberto Cantarini, un vecino de Arequito (a 90 kilómetros al oeste de Rosario), sufrió un robo en su casa. En esa oportunidad, los delincuentes se llevaron dinero, electrodomésticos y el DNI del dueño de casa. El atraco fue denunciado en la jefatura de la Unidad Regional IV del departamento Caseros. Y al poco tiempo, el hombre comenzó a sufrir las consecuencias que incluso llegarían hasta la actualidad.

Según fuentes de la investigación, con el documento de Cantarini alguien logró acceder a un par de créditos personales otorgados por una financiera del microcentro de Rosario. Esas sumas de dinero jamás fueron devueltas, lo que originó que el hombre fuera incluido como moroso en la Cámara del Crédito Comercial y en el banco de datos Veraz. Pero los malos tragos no terminaron allí. A fines del año pasado y a comienzos de este, alguien comenzó a usar la escritura de un campo de su propiedad como garantía locataria. Los estafadores utilizaron el DNI para sacar una copia del título de esa propiedad que además estaba a nombre de una hermana. Al parecer, hasta llegaron a ofrecerlo en avisos clasificados a cambio del pago de 1.600 pesos.

La maniobra quedó al descubierto la semana pasada cuando se iba a producir la firma de un contrato de locación en una inmobiliaria ubicada en el centro de la ciudad. Al local, según explicaron voceros del caso, llegó una persona que se identificó como Cantarini, quien supuestamente saldría de garantía en el acuerdo. Pero hubo algo que llamó la atención de los responsables de la empresa de bienes raíces.

El mismo campo que Cantarini ofrecía como aval, según reveló un cruce de datos, ya aparecía en otros contratos como garantía. "Entonces esa operación fue rechazada y por eso estas personas aparecieron días después en otra inmobiliaria", contó a La Capital un investigador. Lo cierto es que una operación idéntica se intentó concretar en una inmobiliaria de la zona norte. Desde allí se ubicó por teléfono al Cantarini verdadero, quien negó haber puesto su campo como garantía.

Al ser alertado por el local de bienes raíces de que alguien utilizaba su identidad y una de sus propiedades como garantía, Cantarini realizó una denuncia penal en el cuartel de la TOE, que comenzó a intervenir bajo la supervisión del juez de Instrucción Nº13, Osvaldo Barbero. Los investigadores entonces planearon un operativo que incluyó la instalación de cámaras de video y micrófonos, todo esto con la colaboración de la inmobiliaria.

El procedimiento judicial se concretó el viernes pasado a la tarde. El falso garante y otro hombre que había comprado la garantía "de buena fe" llegaron al local y firmaron el contrato de alquiler. "Se los detuvo cuando se retiraban del local", agregó la fuente. Según trascendió, el sujeto que firmó como garante tenía en su poder una cédula emitida por la Unidad Regional del departamento Caseros, donde figuraban los datos de Cantarini, pero con la foto del portador. Esa persona fue identificada como Nelso L., mientras que su presunto cómplice es José Luis P.
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