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 miércoles, 26 de abril de 2006  
Memorias del desastre. Expertos discuten sobre el alcance de la radiactividad, que llegó hasta Suiza, Alemania y Francia
Las secuelas de Chernobyl siguen latentes a 20 años de la tragedia
Calculan que unas 100.000 personas afectadas por la radiación podrían morir por enfermedades oncológicas

Moscú. - Las consecuencias del accidente de la central de Chernobyl siguen siendo, 20 años después de la mayor catástrofe nuclear de la historia, un misterio en muchos aspectos, aunque lo que está claro es que los países cercanos continúan sufriendo las secuelas. La explosión del cuarto reactor de la planta de Chernobyl (Ucrania, antigua Unión Soviética), el 26 de abril de 1986, afectó directa o indirectamente a centenares de miles de personas, la mayoría en Ucrania, Rusia y Bielorrusia. La radiactividad llegó también a Suiza, Alemania, Francia, Austria y los países escandinavos, mientras los expertos siguen discutiendo sobre el alcance de las secuelas.

Más de 600.000 trabajadores soviéticos combatieron durante semanas contra la radiación en condiciones paupérrimas -sin trajes ignífugos ni cascos- lo que a la postre les supondría a muchos la muerte o la invalidez de por vida. Según la Unión "Chernobyl" de Rusia, unos 100.000 "liquidadores" -término que incluye a bomberos, soldados, especialistas y voluntarios civiles- han muerto en los últimos 20 años.

La organización ecologista Greenpeace cifra en 200.000 las víctimas mortales en estos tres países hasta 2004, y augura 100.000 nuevos fallecimientos por enfermedades oncológicas. El viceprimer ministro de Ucrania, Stanislav Stashevski, informó que la radiactividad afectó en este país a 2,6 millones de habitantes, incluidos 600.000 niños. En Rusia murieron unos 30.000 "liquidadores" y otros 70.000 quedaron inválidos, mientras que dos millones de rusos, entre ellos medio millón de niños, sufren las secuelas de la radiación.

En Bielorrusia, según datos oficiales, más de 1,7 millón de personas (360.000 niños), cerca del 20% de la población, sufren las consecuencias de la radiación. Pero la nube radiactiva alcanzó también a otros países europeos como Suiza, donde según la oficina de salud pública unas 200 personas han muerto a causa del accidente.

En Alemania, en tanto, se sigue discutiendo sobre las secuelas. "Probar daños para la salud en Alemania es difícil", según el presidente de la oficina federal para la protección contra la radiactividad, Dirk Daiber. Pero en algunas regiones se siguen detectando grados altos de radiación en alimentos como hongos o carne de jabalí.


Las mentiras de las autoridades
El profesor Alfred Koerblein, del instituto de medioambiente de Munich, ya había mostrado hace cinco años una relación entre las radiaciones llegadas al país y el aumento de la mortalidad infantil en Alemania. Otro estudio, del profesor Karl Sperling, ha mostrado que durante los nueve meses siguientes a la catástrofe hubo un aumento considerable de los bebés nacidos con síndrome de Down.

Mientras, en Francia, persiste la incertidumbre sobre las consecuencias sanitarias. Un proceso judicial, en el que se presentaron más de 500 enfermos de tiroides, trata de determinar la responsabilidad de las autoridades que en el momento de la tragedia subestimaron el peligro.

La jueza que instruye el sumario ha encargado una investigación epidemiológica en Córcega. "Sólo el gobierno tiene la capacidad de llevar a cabo una auténtica investigación que muestre el impacto real de Chernobyl en el país. Pero no quieren hacerlo porque saben que en su momento mintieron", dijo un portavoz de la asociación antinuclear Sortir Du Nucléaire.

Entretanto, un estudio sobre las consecuencias de la catástrofe de la Organización Mundial de Salud (OMS) desató un nuevo escándalo. Los expertos concluyen que las consecuencias de Chernobyl son mucho menores de lo que se presumía. A excepción de los casos de cáncer de tiroides, que en un 99% no son mortales, no se constataron otras secuelas negativas en la salud de la población, indica el documento. La pobreza es una amenaza mucho mayor que las radiaciones para las personas en las regiones afectadas, agrega. El informe desató la ira de los opositores a los reactores nucleares, que lo tacharon de "manipulación intencional de la opinión pública".
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Víctimas de hoy. Dos chicos ucranianos con cáncer esperan su turno en el hospital.

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