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 sábado, 18 de febrero de 2006  
Pedido de prisión para los apropiadores de una menor
Un ex marino adoptó a la hija de una pareja de desaparecidos en 1977 y le ocultó su identidad

Los fiscales porteños Luis Comparatore y Patricio Evers solicitaron que se condene a penas que llegan hasta los nueve años y medio de prisión a los apropiadores de una niña nacida cuando su madre estaba en cautiverio ilegal durante la última dictadura militar y que se aprovecharon de esa circunstancia para ocultarle su identidad.

En las 16 carillas de su acusación, presentada a la jueza María Servini de Cubría, los fiscales reclamaron que se condene al ex marino Luis Policarpo Vázquez a nueve años y seis meses de prisión, a su esposa Ana María Ferra a nueve años, y a la partera Justina Cáceres, a seis años.

Al matrimonio y a la partera se les imputa la apropiación de Evelyn Vázquez, hija biológica de Susana Pegoraro y Rubén Bauer, quienes fueron secuestrados el 18 de junio de 1977 y aún permanecen "desaparecidos".

De acuerdo a testimonios de sobrevivientes, se supo que Pegoraro y su padre estuvieron clandestinamente alojados en la Base Naval de Submarinos y Buzos Tácticos de Mar del Plata y que fueron trasladados a la Esma, en noviembre de 1977, donde Susana dio a luz a una niña que podría ser Evelyn.

Comparatore y Evers dijeron que "se encuentra acreditado que el matrimonio recibió de una persona de rango militar desconocido una niña recién nacida a la que procedieron a anotar como su hija biológica, mediante la obtención de un certificado de nacimiento ideológicamente falso" confeccionado por la partera Cáceres.

El 15 de marzo de 1999 Vázquez prestó declaración y admitió que Evelyn "no era su hija biológica sino que era adoptada" y explicó que en 1978 trabajaba en el centro de cómputos del edificio Libertad, donde una persona a quien identificó como "el Turco" le dijo que "había una criatura para adoptar sin papeles".


Delito de lesa humanidad
Los acusados "la criaron ocultándole su verdadera identidad y evitando que la niña, y posterior mujer, pueda ir recuperando sus raíces biológicas en forma mucho menos lesiva y problemática que lo que significa un proceso penal", dijeron en uno de los párrafos de la acusación.

Para graduar la pena los fiscales dijeron que "nos encontramos frente a un hecho de extremada gravedad que afectó de manera esencial la propia formación de la identidad de una persona desde el mismo instante de su nacimiento" y calificaron los hechos de un delito de "lesa humanidad".

En ese sentido concluyeron que "la punición deviene como un imperativo ético de un Estado democrático de derecho", mientras recalcaron la "constante búsqueda realizada por sus parientes, canalizada a través de las Abuelas de Plaza de Mayo". (Télam)
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