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 sábado, 18 de febrero de 2006  
Tarea compartida. La responsabilidad de la escuela, padres y alumnos a la hora de aprender
Lengua y matemática serán las materias clave de la enseñanza santafesina desde este año
La cartera educativa busca enfrentar desafíos históricos de comprensión lectora y resolución de problemas. La directora provincial Celia Maglione dijo que será una tarea para todos los niveles de la enseñanza

Marcela Isaías / La Capital

Lengua y matemática serán la clave de la enseñanza en la provincia en el 2006. Educación busca de esta manera poner en la agenda de todos los niveles del sistema educativo la necesidad de profundizar en la comprensión lectora y la resolución de problemas. Se pretende así hacer frente a problemas históricos y de "arrastre" que manifiestan los alumnos de todos los sectores. El anticipo lo hizo a LaCapital la directora provincial de Coordinación de Niveles y Modalidades de la Enseñanza, Celia Maglione

El problema es conocido, al menos sale a la luz cada vez que un chico debe rendir un examen de ingreso a una facultad, cambiarse de escuela o pasar de un nivel a otro: las dificultades para redactar un texto simple, interpretar consignas o resolver problemas de razonamiento son el común denominador. "La escuela no puede eludir la responsabilidad que le toca frente a esta situación", asegura la directora provincial, Celia Maglione.

La responsable de esta dirección del Ministerio de Educación de Santa Fe asegura así que el año pedagógico en la provincia hará foco en estos temas definidos como esenciales. "Iniciaremos el año con una jornada de supervisores para poner en la agenda de la provincia la lectura, la escritura, la matemática y las ciencias como enseñanzas básicas", adelantó Maglione respecto de lo que serán las primeras indicaciones que deberán trabajar todos los supervisores del sistema en sus escuelas a cargo.

El tema es tan preocupante como complejo. Por eso Celia Maglione no duda en advertir que se trata de "algo histórico, y que lo único que hacen muchas veces las pruebas de ingreso a la universidad es poner en estado público una realidad". De allí que entiende que la problemática debe abordarse en todos los niveles, y claro está de una vez por todas.

"Nos preocupamos por la lectura y la resolución de problemas en el primer ciclo, pero luego en el recorrido escolar -de los demás años- estos temas se van descuidando respecto de su profundización", dice. Es entonces que la propuesta ministerial será la de ordenar esta enseñanza, entendida como esencial y básica, con criterio cualitativo.

En esta tarea -indica Maglione- habrá que entender que resolver problemas matemáticos no es sólo una tarea de esta asignatura, y que la comprensión debe entenderse como un proceso, "arduo y lento, que requiere de gradualidad".

Y para eso las escuelas -agrega- deberán plantear proyectos institucionales que miren desde la propia realidad estas cuestiones esenciales de la enseñanza como son la lengua y la matemática.

La decisión oficial de poner el énfasis en la lectura, escritura y la matemática correrá para todos: desde el nivel inicial hasta el superior. Sobre este punto, Maglione recuerda que si bien muchos profesorados organizan con sus ingresantes trabajos sobre estos aspectos, ahora se buscará que todos los hagan y con igual nivel de compromiso.

La complejidad del tema no debe hacer perder de vista la responsabilidad que a la educación le toca en esta historia. Al menos eso es lo que considera firmemente Maglione, que no duda en advertir que, si bien hay responsabilidades compartidas entre los adultos, "es la escuela la que no puede eludir la parte que le corresponde y de la que debe hacerse cargo".

La complejidad del tema no debe hacer perder de vista la responsabilidad que a la educación le toca en esta historia. Al menos eso es lo que considera firmemente Maglione, que no duda en advertir que, si bien hay responsabilidades compartidas entre los adultos, "es la escuela la que no puede eludir la parte que le corresponde y de la que debe hacerse cargo".


Entre la casa y la escuela
Miriam Colleri es maestra de 4º a 7º año de la EGB en la Escuela de Jornada Completa Nº6087 de Cañada del Ucle. Al ser consultada cómo debían abordarse estos problemas denominados de "arrastre" en lengua y matemática, reconoció que son cuestiones de preocupación en su escuela.

"De hecho ahora nos estamos reuniendo institucionalmente para ver cómo abordaremos los temas que hacen a la comprensión lectora", comenta Miriam. También apunta que en su escuela las ferias del libro -que ya son una tradición de cada año- surgieron como una de las formas de hacer frente a las dificultades de lectura.

Pero además la docente señala que la estimulación de los padres en los aprendizajes no es un hecho menor, por el contrario de sumo valor. De todas maneras, enseguida aclara que es la escuela la que tiene que compensar la falta de recursos dándole una oportunidad distinta a cada alumno.

Para Ricardo Viglianco, docente del tercer ciclo de la EGB y polimodal de escuelas periféricas de Rosario, es preciso adaptar las lecturas y la matemática al mundo real, para que sean vivenciables por sus alumnos y respondan también a sus intereses. Luego -dice- , el docente deberá darse las estrategias para mostrarles otras cosas desconocidas por ellos.

Sin embargo, el docente tiene otra idea sobre el origen de estos problemas en la comprensión de la lectura y las operaciones básicas de la matemática: "Lo primero que debe recibir el alumno es comida, porque hay un evidente déficit intelectual en su crecimiento. La alimentación es clave, algo que hay que asegurarle desde que está en la panza de la madre. Los daños que se generan en el chico son luego irrecuperables".

Por otro lado, Viglianco asegura que el apoyo de los padres es casi inexistente en estas escuelas marginales. Es más, dice que muchas veces "los padres firman notas que no saben leer", y que la situación se convierte en un círculo del cual es difícil salir.

La especialista en temas de aprendizaje, María José Borsani, había señalado en una nota publicada en la edición del sábado 11 de febrero en Educación de LaCapital, que desde su trabajo advertía un crecimiento de los problemas derivados de no desarrollar los contenidos escolares en profundidad. La preocupación de Borsani está "en la precariedad con que son tomados aquellos conocimientos que son troncales para toda la escolaridad, pero que sin embargo se dan con mucha liviandad".

Borsani, que es terapista ocupacional, mostró su inquietud respecto de este problema creciente, ya que "se trata de aprendizajes -señaló- que más tarde son la puerta de ingreso a otros posteriores, pero que no podrán alcanzarse". Sobre el tema la especialista se mostró a favor de trabajar pocos contenidos pero con profundidad a abrir un abanico donde nada deja un cimiento.


"Falta una mirada ética"
Carlos Barrera, director de la Escuela Rural Nº711 de San Agustín, del departamento Las Colonias, cuenta que las dificultades en lengua y matemática también son parte de las preocupaciones de las escuelas rurales. Pero que también lo es el trabajo con la oralidad. Sucede que sus chicos no tienen muchas oportunidades de confrontación con la lengua escrita y oral como sucede con quienes viven en el medio urbano. No es difícil imaginar entonces que la escuela es la oportunidad para ellos de acceder a la diferencia que le marca el medio.

"En nuestra escuela le damos mucha importancia a la lengua, es la oportunidad de hablar con otros, corregir formas incorrectas de expresión, encontrarse con libros, videos, audios", dice Barrera.

El maestro es un convencido de que su profesión es de la que no admite excusas a la hora de mirar sobre lo que se hace: "El docente ocupa el primer lugar cuando se trata de ver qué pasa con los problemas de aprendizaje en la lengua y la matemática, porque si el chico no aprende no hay que mirar para un costado sino hacer una mirada seria, ética, profunda y sin miedo a pedir ayuda".

Y en esto Barrera entiende que el cuerpo de supervisores es vital. "No siempre deberían llegar a las escuelas (cuando lo hacen) a pedir papeles, mirar planillas, sería bueno -reclama- que se pusieran el guardapolvo y se sentaran juntos a sus colegas docentes a brindar el apoyo pedagógico que hace falta".
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Desde el nivel inicial hasta los profesorados, las escuelas deberán centrarse este año en aprendizajes básicos de la lengua y las operaciones.

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