Año CXXXVIII Nº 48965
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 11/12
Mujer 11/12
Economía 11/12
Señales 11/12
Educación 10/12
Estilo 19/11

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 18 de diciembre de 2005  
Con ojos de niño
A través de la construcción de juguetes y objetos, Cristian Arsanto busca llegar a chicos y grandes con la idea de formar y entretener

Con un estilo desestructurado y fuera de la artesanía convencional, Cristian Arsanto encontró su lugar en la Isla de los Inventos. Desde su hábitat de invención y creación, este artista que además fue actor y titiritero, reconoce que su trabajo no responde ni satisface a preferencias particulares sino que tiene un sentido masivo. "Construir juguetes es como jugar", sostiene. Este concepto lo llevó a idear la mayoría de los juegos que funcionan en la Isla de los Inventos y el Jardín de los Niños. Chicos y grandes disfrutan todos los fines de semana de la plaza de las letras, las mesas de Xul Solar y la maqueta de la ciudad soñada, entre otras de sus invenciones. Arsanto, conocido también como Piero, charló con Mujer acerca de sus diseños.

"Me defino más como constructor que como artesano. No tengo un oficio particular o un saber formal determinado. Fui experimentando con los materiales, lo que me permite tener un concepto un poco más amplio e integral. La forma más fácil que encuentro de representar lo que lo tengo en la cabeza es haciéndolo. Mantengo un estilo de trabajo similar al de un escultor", explica.

¿Qué muestran estos objetos y piezas en madera, hierro, papel y tela, pintados de colores estridentes y formas curvas? "Pretenden reunir a chicos y grandes, en tamaño, pensamiento y acción. Un juego debe llegar al chico y al adulto al mismo tiempo. Debe ser entretenido y formar sin que se perciba. Debe nuclear y crear vínculos familiares y sociales. Lograr el cruce de generaciones es fascinante y no deja de sorprendernos", afirma.

Crear a partir del juego de luces y los objetos es lo que más le gusta, y se siente versátil a la hora de transformarlos en signos que enseñen y transmitan algo más que las meras palabras de un actor en la escena o la danza de un bailarín.


Manos a la obra
Chiqui González es la directora y creadora de este formidable espacio cultural donde artistas y artesanos como Arsanto ponen manos en la obra y trabajan en conjunto. "El trabajo con los materiales es un espacio de meditación. Es un tiempo de silencio para pensar la vida, aunque el ruido de alguna máquina siempre este presente", reflexiona, ahora dedicado casi tiempo completo al diseño y la dirección de las obras.

Piero tiene 32 años, y aunque todavía no tiene hijos, el lugar de padre anónimo le sienta muy bien para crear y diseñar la mayoría de los juguetes y objetos de La Isla de los Inventos y también algunos que funcionan en el Jardín de los Niños.

Su afición por armar y proyectar comenzó de chico, cuando jugaba con maderas y tornillos. "En ese momento pasaban por televisión la serie El crucero del amor, y me gustaba armar barcos con unos cajones y con hilo hacía las barandas", recuerda.

Durante un tiempo, Arsanto se dedicó a fabricar juguetes para regalo, que se caracterizaban por mantener un vínculo personal y afectivo con la persona. Libros, trepadores y todo aquello ligado con la infancia y momentos felices e inolvidables. "Tengo una conexión muy fuerte con los objetos, es la manera que encuentro de comunicar y transformar", admite.

Actor y titiritero, se animó a construir los primeros juguetes a los dieciocho, y durante cuatro años se dedicó a fabricar muñecos, escribir el guión, actuar y hacer todo lo necesario para completar el montaje de la escena. Adquirió experiencia con los objetos y el vestuario, y también con la escenografía y la iluminación. Su campo de trabajo comenzó a crecer y desarrollarse, y la creatividad tuvo rienda suelta.

El joven artista reconoce dos grandes cruces en su vocación. Por un lado, un fuerte bagaje educativo proveniente de su madre, que era maestra, de la cual reconoce que tiene una visión de educador basada en la transformación. Desde espacios no formales como el teatro, comenzó a construir su propia identidad en relación con los objetos. El trabajo con los materiales, tiene antecedentes familiares porque todos se relacionaron con las manualidades (su madre hacía artesanías, su padre soldador y el abuelo carpintero).

"Siempre con la idea de construir más que con la de tener un oficio fui buscando crear y construir cosas con el sentido de educar. Por lo general, es difícil dividir el pensamiento del hacer", agrega. La Isla de los Inventos es ahora su máximo espacio de creación. El creador agradece la oportunidad y el apoyo incondicional de González, a quien además admira profundamente.

¿Pero qué cuestiones o aspectos se pueden transformar a través del juego y los objetos? "Desde cosas muy pequeñas relacionadas con lo individual hasta las vinculadas con lo colectivo. Espacios como La Isla están hechos para llegar a los grandes a través de los chicos. No se trata de transformar el mundo, sino de cambiar pequeñas cosas. Por ejemplo, lograr que un padre juegue y participe con los hijos o que un abuelo recuerde las historietas de Lino Palacios junto a sus nietos", define.

"En tiempos donde la pasión se encuentra desdibujada, recuperar parte de estas sensaciones implica una transformación, y si además lleva un sentido implícito, que más podemos pretender", concluye Arsanto.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados