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| sábado,
26 de
noviembre de
2005 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Muchos temas hemos considerado en estas columnas a lo largo de casi tres años. Nuestra pluma trazó, mal o bien, imágenes que desnudan pensamientos, principios, posiciones ideológicas. En este camino a veces hemos acertado, muchas veces nos perdimos en la inmensidad del error. Sin embargo, y como saben aquellos que nos han seguido, un tema ha sido aquí recurrente: Dios y el hombre, Dios y la cuestión social. En fin, que hemos tratado de decir con nuestras palabras, por cierto simples, que es menester volver los ojos a Dios o, por lo menos, a esas virtudes que El impregnara en cada corazón y que están tapadas por un posmodernismo avaro. Con estas expresiones hemos decidido dar comienzo a la charla de hoy para referirnos a un hecho que nos conmueve como conmueve a toda la ciudad de Rosario.
-En efecto, la tapa del diario de ayer daba cuenta de lo siguiente: "Fueron por lo menos cuatro los disparos que cambiaron la soleada mañana de ayer en barrio Sarmiento. A las 7.50, lo que pudo ser un robo más se transformó en el asesinato de un comerciante de Rondeau al 300. La víctima, un hombre de 32 años, recibió cuatro impactos en el cuerpo y se desplomó en la puerta del ciber y quiosco que tenía desde hace por lo menos 15 años. La versión oficial del hecho dice que un ladrón solitario lo sorprendió cuando abría el local junto a su esposa. Que los obligó a entrar, los despojó de algunas de sus ropas y los encerró en un baño. No conforme con eso, además de hacerse con un botín de unos 300 pesos, intentó «manosear a la mujer»".
-Hace apenas dos días atrás, al hablar en estas columnas de las responsabilidades que le caben también al sector privado en este descalabro social, aludíamos a la avaricia de ciertos sectores pudientes que contribuyen a que se perpetúe la pobreza, lo que genera reacciones que pueden ser alzamientos populares o violencia cotidiana. Nuestras palabras fueron: "De hecho, y sin que haya revolución popular en el país, hay una violencia creciente que se observa en los altos índices delictivos, por ejemplo, que son consecuencia de la pobreza". No habrá seguridad posible si prontamente el poder político y el poder económico privado no acuerdan medidas para fomentar no sólo el trabajo, sino el salario digno. La frase "el trabajo dignifica" es hoy incompleta pues ni la baja en el índice del desempleo ni el pleno empleo garantizan, por sí solos, satisfacción de derechos.
-Decíamos en el comentario de marras que la Revolución Rusa fue el efecto de la asfixia a la que sometió el poder imperial a un pueblo humillado. Las reacciones ante la injusticia nunca suelen ser mansas y a veces se constituyen en diabólicas y la muerte es la que impera siempre desenfrenadamente. Estoy absolutamente convencido de que si se hiciera una estadística de la cantidad de muertes que se han sucedido en los últimos 15 años en este país como consecuencia de robos tendríamos una cifra que superaría los muertos de muchos alzamientos, revoluciones o protestas populares.
-Y este fuego que está alcanzando la llama más alta en Capital Federal y el conurbano bonaerense se irá extendiendo a todas las regiones del país.
-Por eso nuestras últimas palabras son para usted, señor rico que no es humilde de corazón, para usted, señor operador económico: en realidad no son palabras, sino un ejercicio de imaginación. Imagine que usted, pese a los riesgos como el secuestro o el robo seguido de muerte, logró pasar esta vida sin mayores dificultades. Imagine que está en el más allá. De pronto los ojos de su alma pueden ver. ¿Y qué ven? Ven a una turba que apresa a sus hijos, a sus nietos. Es una turba pobre movida por una causa justa, pero sus actos son injustos. Su alma quiere acudir en ayuda de esa sangre de su propia sangre que va a ser derramada en un acción de venganza. Como en esos sueños que alguna vez habrá soñado quiere correr en auxilio de los suyos, pero sus piernas no se mueven, están adheridas al suelo. Su desesperación espiritual observa el final angustiante de la sangre de su sangre sin que usted nada pueda hacer. Sin embargo, señor, usted hoy está vivo, aún está vivo y puede, luego de dejar este diario, quedarse pensando en que nadie se salva en una sociedad que no está salvada. ¿Qué hará entonces?
Candi II
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"Este gobierno K, bien podría ser caracterizado como el gobierno Q, por los quilombos que tiene"
Alberto Natale
Diputado nacional por el PDP
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| Sagitario - 22/11 al 21/12 |
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