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 miércoles, 16 de noviembre de 2005  
El consumo de soja disminuye el colesterol
Dos médicos rosarinos investigarán las propiedades benéficas de la oleaginosa

María Laura Favarel / La Capital

Que la soja es "buena" no es noticia, lo que sí es novedad es que investigadores de todo el mundo analicen científicamente qué enfermedades podrían prevenirse y tratarse mediante su consumo. Hasta el presente sólo se demostró que el consumo del poroto desciende los niveles de colesterol. Pero los científicos aspiran a comprobar sus beneficios en la prevención del cáncer de mama y el control de la glicemia.

Dos científicos rosarinos, Mónica Espinoza y Jorge Molinas, fueron los únicos argentinos presentes en el simposio internacional de prevención de enfermedades crónicas realizado recientemente en Chicago. Espinoza y Molinas, especialista en clínica y nutrición, y alergista e inmunólogo, respectivamente, fueron enviados al simposio por la Bolsa de Comercio de Rosario, institución que apoya la investigación en la temática. Los especialistas planean comenzar los estudios sobre alergia y soja en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. En diálogo con La Capital los científicos adelantaron las conclusiones de estudios internacionales en la materia.

"Existen numerosas investigaciones para evaluar el poder preventivo de la soja luego que se comprobó que en países con gran consumo de esta oleaginosa existe menor incidencia de colesterol, cáncer de mama, osteoporosis, cáncer de próstata, diabetes y enfermedades cardiovasculares", dijeron los científicos a La Capital. De todas las investigaciones en marcha lo único aprobado por la Organización Mundial de la Salud es la disminución del colesterol.

"Los médicos ya pueden indicar el consumo de soja para personas con colesterol alto. También permite prevenir la dislipidemia en aquellos con tendencia al aumento", agregaron.


Proteínas e isoflavonas
Los beneficios de la soja están directamente relacionados con las proteínas del grano y con otra sustancia llamada isoflavonas. Las investigaciones presentadas en el simposio de Chicago afirman al respecto que los beneficios están relacionados con la combinación de ambos componentes.

En cuanto al poder demostrado por la soja para reducir el colesterol, afirmaron que está comprobado que algunas personas producen un metabolito en su intestino que favorece la disminución de los niveles de lípidos y aumenta el colesterol bueno. También recomiendan su consumo a diabéticos ya que existen trabajos que demuestran que mejora el índice glicémico. "La soja disminuye los altos picos de glicemia después de las ingestas", aseguró Espinoza.

Molinas comentó que es probable que este metabolito evite la aparición de otras patologías como el cáncer de mama. "Hasta el momento se sabe que las isoflavonas son sustancias similares a los estrógenos. El cuerpo las recibe como si fueran esta hormona en algunos tejidos, y en otros compite con ellos. De allí que se hable de la posibilidad de prevenir la osteoporosis", explicó Molinas.

"El suministro de soja se parece bastante al tratamiento de las mujeres menopáusicas a las que se les recetan estrógenos para que no pierdan la masa ósea. Parecería que con las isoflavonas se lograría un efecto similar", comentó.

En momentos donde se analiza la conveniencia del suministro de estrógenos porque favorecería el desarrollo del cáncer de mama, las isoflavonas se unen a los receptores de estrógeno de la mama y no logran activarlos.

Hasta el presente se efectuaron cientos de experimentos en animales con buenos resultados, inclusive también se experimentó en pequeños grupos humanos, "pero aún faltan los estudios longitudinales con grandes grupos de personas y a largo plazo para confirmar la efectividad", advirtieron los especialistas.


Cómo consumirla
"No se entiende que en el primer país productor de soja en el mundo haya desnutrición", fue el comentario de especialistas de otros países a los médicos locales.

"No estamos acostumbrados a comer soja", puntualizó Mónica Espinoza. En este sentido indicó que además hay que aprender a cocinarla. Si bien es mejor ingerirla en forma de poroto, la nutricionista recomendó hacerlo "de la forma que más guste, sea en ensaladas, milanesas o hamburguesas".

Es interesante saber que la soja está presente, además en muchos alimentos como las hamburguesas de carne, los dulces y los helados, ya que se utiliza como aglutinante. Además están surgiendo nuevos productos, como la margarina de soja, que ya están en el mercado.


Solución a la desnutrición
En algunos comedores de Buenos Aires prosigue la capacitación destinada a aprender a cocinar con soja. Si bien aún no se conocen resultados concretos, mejoró notablemente la alimentación de los niños que concurren a esos lugares. La Capital confirmó que en Rosario no existen instituciones dedicadas a fomentar el consumo de soja entre la población, lo que sin duda podría ser una solución a la desnutrición.
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Mónica Espinoza y Jorge Molinas, únicos argentinos en el simposio internacional.

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