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 domingo, 21 de agosto de 2005  
Procesan a síndico de una quiebra por perjudicar a acreedores con una venta
Es un contador que se deshizo de una empacadora valuada en 150 mil dólares por sólo 10 mil pesos

Un síndico que representa a una empresa en quiebra fue procesado por vender en 10 mil pesos, y sin aprobación judicial, una máquina empacadora que había sido valuada en 150 mil dólares. La costosa línea de empaque nunca fue localizada ni devuelta, lo que perjudicó los intereses de los acreedores de la firma en quiebra. También fue procesado por defraudación el supuesto comprador del artefacto.

La resolución del juez de Instrucción Jorge Eldo Juárez alcanzó al contador Hugo Marcos Sáenz, quien era el síndico de la quiebra de la firma Pecci S.R.L. y fue procesado por el delito de administración fraudulenta. Por el mismo delito también fue procesado Norberto Armando González, quien figuraba como comprador de la maquinaria, a quien además le imputaron la figura de desobediencia. Esto último se debe a que no devolvió la máquina empacadora cuando el juez del concurso se lo exigió. Ambos se encuentran en libertad y sufrieron un embargo de sus bienes por 450 mil pesos cada uno. Si la resolución queda firme serían sometidos a juicio por los delitos que les imputan.

La investigación se abrió el 29 de septiembre de 2004 cuando Francisco Gustavo Pecci, uno de los socios de la empresa concursada, denunció la venta a un precio vil de una máquina que integraba el activo de la S.R.L. Pecci sostuvo haber escuchado en el Mercado de Concentración de Fisherton que una "importantísima máquina" de su empresa había sido vendida. Debido al tamaño del artefacto, la habían retirado de allí tras cuatro días de trabajo.

El denunciante, representado por el penalista Luis Alberto Micó, remarcó entonces que el síndico había presentado varios recursos para impedir la devolución la máquina, una vez que se comprobó la diferencia entre el alto valor del artefacto (que según el fabricante ascendía a los 150 mil dólares) y el monto por el que fue vendido.

Durante la investigación se detectó que la venta, en un primer momento, había sido avalada por el juez del concurso. Pero se determinó que el bien fue entregado al comprador antes de que el magistrado prestara su consentimiento. La línea de empaque tenía diversas funciones: permitía transportar y lavar fruta, escurrirla, escurrirla, colorearla, aplicarle un fungicida, secarla, transportar cajones y descartar la fruta chica. La máquina nunca reapareció.

El contador Sáenz era el síndico designado dentro del expediente 17900/00 caratulado "Pecci S.R.L. sobre quiebra", radicado en el juzgado Civil y Comercial Nº 3. Según la resolución, la entrega del bien se efectuó sin previa aprobación judicial y su actividad fue incompatible con el rol que debe asumir el síndico en la quiebra.
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