Año CXXXVIII Nº 48846
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Señales
Escenario
Economía
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 14/08
Mujer 14/08
Economía 14/08
Señales 14/08
Educación 13/08
Estilo 02/07

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 21 de agosto de 2005  
Los paralelismos con una novela kafkiana

Londres. - En estos días, en Inglaterra se escucha de vez en cuando un término de la historia de la literatura alemana: kafkiano. Hace referencia a la novela de Franz Kafka "El proceso", en la que un inocente es detenido, condenado a muerte y ejecutado sin que nunca llegue a saber de qué se le acusa. Y es que la historia encuentra paralelismos con la que el electricista brasileño Jean Charles de Menezes protagonizó el 22 de julio.

El joven de 27 años abandona esa mañana su vivienda, viaja con el autobús hasta la parada de metro, toma un periódico gratuito, baja las escaleras mecánicas y corre hacia el andén para tomar el metro que está detenido. Justo cuando se sienta, un hombre grita desde una de las puertas del vagón: "Aquí está", y lo señala. Menezes se levanta, va hacia él y quiere preguntar qué ocurre. Pero el hombre lo agarra y lo empuja al asiento. Al momento, hombres con pistolas se sitúan delante de él y le disparan en la cabeza.

Menezes no podía saber que durante la noche había caído en la mayor operación de búsqueda de la historia criminal británica. La única razón para ello fue que vivía por casualidad en el mismo edificio que uno de los terroristas suicidas que un día antes habían fracasado en su intento de volver a derramar sangre en la capital británica. Menezes no tenía ni idea de que el edificio estaba siendo vigilado y que la policía sospechaba que él era el terrorista que buscaba porque creyó reconocerlo por sus "ojos asiáticos".

Mientras creía hacer el viaje en autobús de todos los días, tres unidades especiales de Scotland Yard decidieron sobre su vida. Cuando se bajó, la responsabilidad había pasado ya al CO19, la llamada "tropa de matones" con pistolas automáticas.

Según las disposiciones -secretas hasta ese momento- de la operación Kratos, esa unidad puede poner fuera de juego a posibles terroristas suicidas disparándoles a la cabeza.

El "Gold Commander" -el jefe supremo de operaciones, en este caso una mujer de 44 años- habría ordenado capturar con vida al sospechoso. Pero cuando llegó el momento, la orden llegó a los policías unos segundos más tarde de lo necesario o fue malinterpretada al ser transmitida.

Fuera lo que fuere, fue lo suficientemente grave, pero a ello se le añade que el jefe de Scotland Yard, sir Ian Blair, explicó ante la prensa lo siguiente pocas horas después: "Según he sido informado sobre la situación, el hombre se negó a seguir las instrucciones de la policía". Portavoces policiales difundieron inoficialmente que Menezes había echado a correr y había saltado por encima de un torniquete del metro, así como que llevaba un abrigo sospechoso bajo el que la policía creyó que podía esconder explosivos.

Según lo que se sabe hasta ahora, todo esto era mentira y por eso Ian Blair tiene razones para temer por su cargo. Y también pesa sobre él que en un principio se negó a una investigación independiente. El ministro del Interior, Charles Clarke, tuvo que indicarle que la ley obliga a ello.

Los tiempos cambian. Los británicos no pueden asimilar que el caso Menezes se haya llevado así realmente, y no en un lejano Estado despótico, sino en un país "cuya policía es conocida en todo el mundo por patrullar desarmada por las calles más oscuras", según escribió The Independent.

Y de golpe, muchos ven ahora cómo han cambiado los tiempos. Del "bobby" desarmado a la licencia para matar han pasado muy pocos años. ¿Y cómo si no -se preguntan la policía y el gobierno- se puede combatir a los terroristas suicidas? La opinión pública no tiene respuesta. Pero más de uno comienza a plantearse qué supondrá para el Estado de derecho y la sociedad civil si un día los terroristas, en vez de utilizar bombas, comienzan a emplear armas de destrucción masiva. (DPA)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Notas Relacionadas
La policía británica no modificará su estrategia de disparar a matar


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados