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 domingo, 21 de agosto de 2005  
El quinteto Gubitsch-Caló se presenta en el teatro del Parque de España
Tomás Gubitsch: "Cuando quise empezar a hacer mi música lo que me salió fue el tango"
El ex guitarrista de Mederos, Spinetta y Piazzolla, vuelve a tocar en Argentina tras 28 años

Fernando Toloza / Escenario

El quintento de tango liderado por los argentinos Tomás Gubitsch (guitarra) y Osvaldo Caló (piano) se presenta por primera vez en Rosario hoy, a las 21.30, en el teatro del Centro Cultural Parque de España. El grupo llega también por primera vez a la Argentina. Gubitsch, que fue guitarrista de Rodoldo Mederos, Luis Alberto Spinetta (Invisible) y Astor Piazzolla, recordó en charla con Escenario el veloz recorrido que lo llevó a tocar con tres de los mayores músicos argentinos, y cómo al quedarse en París en tiempos de la dictadura comenzó una carrera en la que el tango, sin olvidar su pasado rockero, se convirtió en la música que podía crear. El grupo con el que actúa hoy lo integran también Juan José Mosalini (bandoneón) y los franceses Eric Chalan (contrabajo) y Sebastien Coranju (violín).

-Es la primera vez que tocás en la Argentina con el quinteto, ¿qué te decidió a hacerlo?

-Sí, es la primera que tocó en la Argentina desde hace 28 años. Es una larga historia porque hace también 28 años que me fui del país. Empezó con una gira en 1977, cuando todo era político, hacer música era considerado subversivo. Ese año me fui de gira con Piazzolla por Europa y me quedé en París. Hice algunos comentarios sobre lo que pasaba en la Argentina con la dictadura, participé en algunas manifestaciones y mi seguridad estaba entonces un poco comprometida. Eso fue hasta 1983 y después fue la vida: te casás y tenés hijos... pero hacía años que tenía ganas de volver.

-Musicalmente, ¿te sentís desconocido en la Argentina?

-Eso lo sabré después de los conciertos (risa). He estado viviendo en París por casi treinta años pero muy cerca de la música que te marca en la infancia. He hecho música pensando para acá y sabré si funciona recién mañana, después de la presentación. Espero que el argentino sea mi público, porque mucho de lo que compusé está directamente relacionado con el país.

-¿Cómo fue tu evolución tocando con Spinetta, Mederos y Piazzolla?

-El orden fue Mederos, Spinetta y Piazzolla. Todo empezó con una grabación que hice a los 15 años y una compañía de discos me presentó a Rodolfo Mederos, que andaba buscando un cantante y se quería abrir del tango. Nos encontramos, yo le dije que no era cantante y que no sabía nada de tango. El me hizo escuchar algunas cosas y me impactó. El se quería alejar de todo eso y yo pensaba que justamente el tango era lo que había que hacer (risas). En el 73, tocar tango era algo muy extraño, eras visto como un marciano si te interesaba el tango.

-¿De qué forma se dio el encuentro con Spinetta?

-El encuentro con Luis Alberto se dio a través de nuestros hermanos que se conocían. Fui a su casa, a un ensayo de Invisible, y unos días más tarde me convocaron para tocar con ellos. Fue un sueño, porque yo admiraba a Luis Alberto desde la época de Almendra. Yo tenía 17 y fue increíble porque ellos ya estaban en plena fama. Tan enganchado estaba, que hacía una broma diciendo que sólo me iría de Invisible si me llamaba Piazzolla, y Luis Alberto seguía el chiste agregando que si lo llamaba Lennon, él también se iba. Y Piazzolla me llamó (risas) para una gira europea.

-En tu página de Internet, en la versión francesa estás presentado, entre otras cosas, como una "estrella de rock", y en el texto en castellano no, ¿por qué esa diferencia en la información?

-Porque me pareció que acá saben que pasé por Invisible. No reniego de absolutamente nada de lo que he hecho. Vengo de una familia relacionada con lo clásico, y por generación estoy ligado al rock, y hace treinta años que hago tango, que se me metió tan adentro que cuando quise hacer mi música lo que me salió fue el tango. En resumidas cuentas, trato de ser yo mismo, y yo soy la reunión de todo eso. Hoy no me pondría a hacer rock, pero no reniego de él, sobre todo culturalmente, porque en aquella época el rock significaba una actitud particular, de hacer cosas nuevas y no repetirse. Y ese principio es algo que continuo reivindicando.
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Gubitsch además compone música para teatro, ballet y elencos de formación clásica.

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