La pelea en el peronismo. Chiche azuza a Cristina y presenta su candidatura en Buenos Aires

Kirchner y Duhalde quedaron a un paso de la ruptura política

La esposa del ex presidente admitió la inminencia del quiebre. "No es necesario que se reúnan", dijo

El Partido Justicialista bonaerense inició un capítulo decisivo en su feroz pelea interna: la ex primera dama Hilda Chiche Duhalde lanzaría su candidatura a senadora nacional por el PJ bonaerense, entre el lunes y martes próxima, según anticiparon fuentes del sector. Esa posibilidad fue revelada horas después que Chiche admitiera públicamente que el presidente Néstor Kirchner y su antecesor, Eduardo Duhalde, "se separen" a raíz de sus diferencias políticas.

En lo que pareció un último intento para hacer valer el poder del duhaldismo en la estructura provincial azuzó a Cristina Fernández a afrontar internas en el peronismo del distrito para definir la postulación.

Las fuentes consultadas dijeron que aún no se resolvió el lugar y la hora en que se harían el lanzamiento de Chiche Duhalde. Por si algo faltaba para mostrar las diferencias, más allá del explícito apoyo a la gestión de Kirchner, Chiche casi descartó que haya una reunión entre los dos hombres fuertes de la política actual. "No los veo. No sé si es necesaria esa reunión", agregó.

Chiche también negó que su esposo interprete como una traición la distancia que tomó el presidente, de quien fogoneó su candidatura entre el abanico peronista en 2003. "Considerarlo una traición es demasiado fuerte", respondió la disputada y que esas "no son expresiones" de su esposo.

Sin embargo, dijo basarse en su experiencia de "34 años" junto a su esposo para saber que a veces en la política "los caminos se separan".

"Los proyectos, las ideas, a veces, hacen que en política los hombres se separen", dijo Chiche respecto de una eventualidad ruptura entre Kirchner y Duhalde.

La legisladora insistió que está "convencida en un 80 por ciento" en presentarse como candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires, pero que "la luz del 20 por ciento que la pone en duda definirá su peso en las próximas horas".

"Lo voy a decidir tras reuniones este fin de semanas" con dirigentes del pj bonaerense, reveló y que ese "20 por ciento puede convertirse en un no".

Chiche acicateó a Cristina a presentarse en elecciones internas, pese a que desde el gobierno rechazan tal posibilidad, a tal punto que ya está la fecha del 26 de julio para lanzar a la senadora el 26 de julio en José C. Paz.

"Lo ideal sería que la senadora fuera a internas por el partido al que pertenece, que es justicialismo", azuzó, aunque advirtió que si la primera dama va por el Frente para la Victoria el justicialismo presentará sus candidatos.

Puntualmente, admitió que estar en las encuestas "por debajo de Cristina, no tan debajo", aunque aseguró que no se presentaría sólo por el resultado.

No obstante, recurrió a su experiencia electoral para dejar un enésimo metamensaje que lanzó durante las entrevistas. Dijo que en 1997 perdió con Graciela Fernández Meijide "en el mejor momento de la Alianza", pero "ella desapareció y yo seguí trabajando y aquí estoy".

En tanto, el ministro de Defensa, José Pampuro, aseguró ayer que se está lejos de un acuerdo entre Kirchner y Duhalde, al señalar que "desgraciadamente se han tensado mucho las posiciones" y la situación es "bastante distante".

En este sentido, Pampuro expresó su deseo de que "esta situación pueda soslayarse o no, pero que se clarifique porque, de una forma u otra, está alterando la vida política argentina".

Si bien las posibilidades de un acuerdo entre Kirchner y Duhalde se encontraban por estos días crecientemente desalentadas, lo cierto es que las declaraciones de Chiche González de Duhalde dieron por catapultada esa posibilidad.

En la Casa Rosada relataron que "el duhaldismo pidió la cabeza de Felipe Solá y el presidente dijo rotundamente que no. Solá es un aliado del presidente; él es quien armó en la provincia para Kirchner".

El funcionario consultado recordó que "cada vez que hubo un problema en la provincia, Kirchner lo llamó a Solá o lo sumó a algún acto. Esas son señales claras de respaldo, de apoyo".

El presidente y su antecesor mantienen una relación de desconfianza.