Le pegó un tiro en la cara al hombre que sorprendió adentro de su auto

Ocurrió la madrugada de ayer. El policía reaccionó cuando el presunto ladrón le provocó un corte en un brazo

Un sargento de la policía provincial baleó en la cara a un presunto ladrón al que sorprendió en el interior de su auto y con el cual se trabó en lucha, en la puerta de su casa. Como resultado de la pelea, el agente sufrió un profundo corte en uno de sus brazos y, según la versión oficial del hecho, fue en ese momento cuando el efectivo disparó su arma reglamentaria. El ladrón quedó internado en el Hospital del Centenario con un disparo que le ingresó por debajo de la boca y su estado de salud era anoche delicado. En tanto, el policía quedó demorado mientras la investigación del caso está en manos de la División Judiciales de la Unidad Regional II y del juez de instrucción Osvaldo Barbero.

Todo ocurrió cerca de las 2 de la mañana en Reconquista al 2300, casi esquina De Angelis, en el barrio Empalme Graneros. A esa hora no había un alma en la calle. El sargento Fabián Norberto Coria, quien trabaja en el destacamento situado en la delegación local de la Gobernación, se encontraba en su casa junto a su mujer y sus dos hijos, al parecer descansando. En un determinado momento, la hija mayor del policía se despertó por un ruido que provenía de la calle.

Cuando la joven se asomó por una de las ventanas alcanzó a ver que un hombre se encontraba dentro del Renault 12 de su padre. Las fuentes consultadas ayer no precisaron si el intruso quería llevarse algo del interior o directamente "levantar" el vehículo. De inmediato, la chica corrió y le avisó a su papá lo que sucedía frente a la puerta de su casa. Fuentes policiales indicaron a este diario que ante ello, Coria tomó su pistola reglamentaria calibre 9 milímetros y salió a la vereda con la intención de detener al maleante.

"Cuando el sargento le ordenó bajar del coche, el sujeto salió armado con un cuchillo y se le tiró encima causándole un profundo corte en un brazo. Entonces el policía, para defenderse de esa agresión, le disparó un tiro que dio en la cara del ladrón", sostuvo un vocero de la Unidad Regional II. El delincuente, de acuerdo a esa versión, se salvó casi de milagro y alcanzó a correr unos metros por calle De Angelis. Pero no llegó muy lejos porque cayó al suelo semi inconsciente.

Poco después, el muchacho fue trasladado en ambulancia al Hospital del Centenario, donde quedó internado en estado delicado. Voceros de Jefatura sólo identificaron al presunto maleante por su apellido, Brida. "Tuvo suerte. La bala le pegó en el mentón, cerca de la boca, y le salió por el cuello, y a pesar de todo está vivo", comentó uno de los investigadores.

Con respecto a Brida sólo se supo que vive en el mismo barrio, sobre calle De Angelis, unos metros al norte de avenida Génova. El sargento Coria también fue atendido por el corte que el ladrón le había efectuado en un brazo y después permaneció durante toda la mañana en la seccional 20ª en calidad de demorado. En horas del mediodía,el uniformado fue trasladado a la División Judiciales de Jefatura para que declarara lo ocurrido.

La investigación del hecho está a cargo del juez de Instrucción Nº 13, Osvaldo Barbero, quien ayer no resolvió la situación del policía.


Un viejo R 12
Según contó a este diario Ana María, cuñada y vecina del agente, Coria y su familia llegaron a la casa de Empalme hace menos de un años. "Compraron la vivienda y ahora están haciendo algunas refacciones y construyendo el garaje", contó la mujer. El sargento solía dejar en la calle su Renault 12, pero hace poco sufrió un intento de robo similar al de antenoche y por ese motivo decidió construir una cochera.

"Esto nos dejó muy mal a todos. Espero que no le pase algo peor a ese muchacho", señaló Ana con relación al delicado estado en que quedó el ladrón. "Mi cuñado no hizo más que defenderse. Tiene un tajo muy grande en el brazo y la ropa llena de sangre", agregó sobre el mediodía. Mientras Coria aguardaba en la 20ª que lo llevaran a declarar a Judicial, la habitual rutina de su familia se trastocó.

Sus hijos, una chica de 17 años y un pibe de 10, tuvieron que faltar a la escuela y mudarse transitoriamente a la casa de una tía. Mientras tanto, la vivienda frente a la cual ocurrió todo ayer estaba vacía. Pocos vecinos de la cuadra admitían haber escuchado el disparado del arma de Coria, pero nadie vio nada. "Sabés lo que pasa. A esa hora no hay un alma en la calle. Acá hay muchos robos y todo el mundo, con el frío que hace, se mete a su casa temprano", aportó un vecino.

La cuñada del sargento dijo que su familiar "sólo se defendió".