Pignanelli: "Lavagna se sentó sobre las reformas de Remes"

El ex jefe del Central dijo que la economía argentina necesita más inversión extranjera

Claudio Berón / La Capital

Fue contramaestre del ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov e inventor de herramientas financieras, como las Lebac. Durante su gestión como presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli soportó la salida de la pesificación y en el día a día desestimó los pronósticos de "un dólar a diez pesos" que auguraban los gurúes de la city en el 2002. Hoy es un empresario ligado al transporte y difusor de análisis e ideas. Estuvo en Rosario en el marco de una jornada organizada por la Fundación para la Integración Federal (Funif) y se explayó sobre el crecimiento y las medidas que deben tomarse para incentivar las inversiones.

El economista planteó que para lograr un crecimiento sostenido se necesitan "inversiones externas" ya que "con la inversión pública no se hace demasiado" y la inversión privada nacional "sólo alcanza para sustituir el capital que se utiliza, no alcanza para crecer".

Al tomar los sectores que componen el modelo, Pignanelli expresó que "la industria está casi al 80% de la capacidad instalada y en algunos sectores llegó al 95%". Y aseguró: "Esto tiene un límite".

En el contexto de la crisis 2001, que algunos economistas sitúan por encima de la mítica crisis del año 1930, Pignanelli sostuvo que se dio un fenómeno inédito: "Durante 36 meses se produjo una fuga de depósitos, lo que significó una caída del 42% de los depósitos".

Para el antiguo hombre de gobierno, la salida de la convertibilidad y las decisiones de ese momento fueron "urgentes". Durante la charla en la Funif se tituló como el "inventor de las Lebac", instrumento con el cual "se evitó un dólar a $10, aunque llegó a $3,80". Cómo entretelón contó que durante seis meses de gestión fue asesorado por "el hombre que piloteó la crisis del tequila en México", lo cual a su juicio "evitó males mayores".

"El mexicano me decía que vendiéramos petróleo anticipado, de modo de obtener recursos, pero no entendía que el petróleo ya lo habíamos privatizado y que ya estaba vendido", rememoró. "Entonces me preguntó quien lo había vendido, no podía creer que un Estado se deshaga de sus reservas básicas", acotó.

En un análisis del proceso económico 2003-2005, el economista aseguró que "recién a fines de este año Argentina podría llegar a un crecimiento del PBI similar al de 1998". En el 2004 el crecimiento PBI fue de 9,5% y en el "será 2005 del 6,5%". Desde su punto de vista, la Argentina "creció en capacidad instalada, no en inversión".

En el mercado financiero, para Pignanelli, se atraviesa una situación en la cual "hay una inflación cercana al 10,5% y las tasas a plazo fijo de los bancos no exceden el 3 o el 4%, además los depósitos a la vista superan los encajes de plazo fijo, y esto es muy difícil sostenerlo". Pignanelli argumentó que "la gente perdió la confianza en los bancos en una semana y tardará años en recuperarla. Hay $43 mil millones de pesos en los bancos. No es nada, para crecer se necesita un 25% de la base en créditos y plazos fijos".

En cuanto al tipo de cambio, el economista se suma a los que opinan que en realidad "se opera siempre con una flotación sucia, en ningún país, por más liberal que se diga, el Estado se mantiene ausente en la fijación del tipo de cambio".

En cuanto al nuevo clima económico, en el cual se desacelera la economía y baja la creación de empleo, Pignanelli aseguró que "esto sucede porque no hay inversión suficiente y porque faltan cambios estructurales pendientes". Mencionó "un sistema tributario que no ayuda a la inversión y un sistema bancario que no cubre el rol que tiene que cumplir".

Además, subrayó que "los compromisos con los pagos externos son importantes", en un año en el cual "Kirchner necesita plebiscitar su gestión para lograr el poder político que le permita hacer los cambios".

En un punteo sobre lo que se debe hacer para lograr inversiones, dijo: "Reglas de juego claras, un mensaje menos confrontativo y reformas estructurales". Y arriesgó que "el impuesto al cheque y las retenciones fueron creados en la crisis, es real que hoy son los puntales del superávit, pero no por eso dejan de ser regresivos y se cumplen con sacrificio por parte del sector productivo".

Como análisis de la situación económica entre las crisis financieras y de crecimiento, Pignanelli expresó que "Remes Lenicov -el ministro de Economía de Duhalde- tuvo que hacer las grandes reformas, fue el hacedor del nuevo esquema de pesificación, flotación del tipo de cambio y el superávit, en tanto Lavagna no tomó medidas, sólo se sentó sobre las reformas y logro estabilizar la economía, lo cual no es poco".

Pignanelli planteó los límites de la inversión pública.