La presencia de Palermo, la gran preocupación

El boliviano Raldes y Fassi serían los encargados de tomar al delantero

Si bien el plantel de Central cree plenamente en el juego que está exhibiendo el equipo para vencer a Boca, la preocupación que invade a los jugadores canallas, en especial a los defensores, radica en la presencia de Martín Palermo en el ataque de Boca. Según el pensamiento off the récord de los protagonistas, la capacidad goleadora del delantero xeneize es el obstáculo más importante que se puede cruzar en el camino de una posible victoria.

Angel Tulio Zof y Ariel Cuffaro Russo hace rato que tomaron debida nota de las cualidades de Palermo. De hecho, ayer utilizaron casi toda la práctica en Palos Verdes en la búsqueda que sus dirigidos entiendan que una distracción o un descuido puede pagarse muy caro ante este tipo de atacantes. Por eso, la cobertura que está ideada cuando la pelota caiga en el área de Juan Marcelo Ojeda tiene al boliviano Ronald Raldes y a Ramiro Fassi como los encargados de desestabilizar al grandote para que no cabecee con comodidad.

La otra cuestión a tener muy en cuenta del andamiaje xeneize es la velocidad de Rodrigo Palacio, una de las apariciones más rutilantes de los últimos años. Con relación a este tema, Paulo Ferrari fue muy claro para resumir la parte que le toca: "A Palacio no hay que dejarle agarrar la pelota. Seguramente en algún momento del partido se va a mover por mi sector y voy a tener que estar muy atento. Además si controlamos bien a él, es más difícil que a Palermo le lleguen muchas pelotas", analizó el Loncho.

El ayudante de campo canalla Ariel Cuffaro Russo también abona la teoría que si Palacio y los volantes boquenses no generan juego, el intimidante olfato goleador de Palermo será más controlable por los defensores. La mano derecha de Zof conoce de estas paradas bravas. No en vano jugó aquel encuentro histórico en septiembre del 90, cuando el equipo también conducido por la sabia mano de Angel Tulio Zof venció 2 a 1 a Boca con goles de Uliambre y Bisconti, de penal.

Central quiere darle sepultura a una historia en la Bombonera que no lo favorece. Y para quedarse con ese deseado trofeo, además de jugar bien a la pelota es vital no descuidar a Palermo.