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 miércoles, 23 de marzo de 2005  
Más policías presos por un desarmadero ilegal
Ya suman cuatro los efectivos detenidos por la presunta connivencia con el local allanado en Venado Tuerto

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto.- Dos policías de la Unidad Regional VIII fueron detenidos ayer en el marco de una investigación sobre el funcionamiento de un desarmadero ilegal de autos que funcionaba a pocas cuadras del centro venadense y que fue allanado una semana atrás. De esta manera ya son cuatro los uniformados, entre ellos un comisario inspector que estuvo a cargo de la seccional 2ª de esta ciudad, que fueron apresados en torno a la pesquisa mientras que un quinto hombre de la fuerza sería aprehendido en las próximas horas, según confiaron los voceros cercanos al hecho.

Sospechados por haber participado en una asociación ilícita fueron detenidos ayer el suboficial Roberto Nadalini y el oficial Walter Blanc, quienes estarían vinculados al comisario inspector Juan José Asborno (ex titular de la Comisaría 2ª de Venado Tuerto) -apresado la semana pasada-, al vigilante César Barré, también preso, y al oficial Walter Rubiglio, quien se encuentra prófugo al igual que Sergio Giraudo, dueño del desarmadero desbaratado.

Los efectivos de la Unidad Regional VIII y de Asuntos Internos de la provincia están investigando si los policías detenidos están involucrados en la compra y venta de autos truchos que luego descargaban en el desarmadero ilegal de Giraudo. Es que todo parece indicar que entre los efectivos policiales y el dueño del local existía una asociación para cometer ilícitos. "No puede ser que un emprendimiento de semejante naturaleza haya funcionado durante dos años sin contar con anuencia policial", sostienen los investigadores. Lo mismo entiende el juez Héctor Vitelli, a cargo de la causa.

Asborno, Rubiglio y Barré están siendo investigados por cohecho, asociación ilícita e incumplimiento de los deberes de funcionario público mientras que Nadalini está acusado de encubrimiento y Blanc por su participación en la "supuesta banda policial".

Desde que hace un par de meses el comisario Julio César Pallavidini se hizo cargo de la URVIII, se emprendieron una serie de allanamiento que poco a poco fueron dando sus resultados. Así, no sólo se desbarató el desarmadero trucho de Giraudo sino que se secuestraron decenas de autos de dudosa procedencia, algunos de los cuales estaban en poder de efectivos policiales. Además, se procesó a dos empresarios por comercializar autopartes robadas.

Los últimos detenidos fueron Nadalini y Blanc, ambos integrantes de la agrupación Cuerpos, pero antiguamente destacados en la comisaría 2ª al igual que Asborno, Rubiglio y Barré. Fue uno de ellos quien al parecer brindó con lujo de detalles el modo de accionar policial en esa seccional.

En este orden, anoche no se descartaban nuevas detenciones y hasta incluso hay una pista firme que se está investigando. "En las próximas horas van a caer algunos policías más pero fundamentalmente uno va a dar que hablar", confió una fuente que entiende en el caso. El hombre en cuestión tendría relación con algunos de los detenidos.


El colmo del absurdo
Sin develar demasiados aspectos y respetando el secreto de sumario, la policía se mantuvo ajena a las declaraciones grandilocuentes. Sin embargo trascendió extraoficialmente que hubo un hecho francamente irrisorio. A uno de los efectivos detenidos se le secuestró un vehículo trucho que había sido vendido a una mujer.

Más curioso aún es que ese efectivo había realizado los trámites de rigor con total normalidad. A tal punto llegó que cuando tuvo que llenar el boleto de compraventa lo hizo poniendo su nombre y su firma. La mujer, cuando fue a verificar el vehículo en sede policial, se encontró con la "sorpresa" de que el vehículo tenía sus números de motor y chasis adulterados. En otras palabras; un auto trucho. Se lo había vendido un efectivo policial.
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