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 miércoles, 23 de marzo de 2005  
Francia flexibiliza su mercado laboral
Empleadores podrán aumentar las horas de trabajo a cambio de mejores salarios

París. - El Parlamento francés revocó de hecho la semana laboral de 35 horas al aprobar ayer una legislación que permite a los patrones aumentar el número de horas de trabajo a pesar de la oposición de los sindicatos. En la votación definitiva al respecto, la Asamblea Nacional aprobó una ley respaldada por el gobierno, que permite a los patrones negociar con sus trabajadores un aumento de hasta de 48 horas semanales (máximo permitido bajo la legislación europea) a cambio de aumentos de salario. El proyecto permite de hecho la erosión gradual de la semana laboral de 35 horas, una de las medidas clave del plan gubernamental para flexibilizar el mercado de trabajo. Ese horario daba a muchos obreros más tiempo para sus actividades personales, pero aumentó la preocupación acerca de la escasa competitividad de los productos franceses en el mercado internacional.

La semana laboral más corta fue introducida a título voluntario en 1998 y fue declarada obligatoria dos años después, con el fin de obligar a los patrones a contratar a más empleados. Pero la actual tasa de desocupación de Francia, que asciende a un 10%, es testimonio de que la medida no produjo los millones de nuevos puestos de trabajo que sus partidarios habían vaticinado.

La Asamblea Nacional, controlada por los conservadores del presidente Jacques Chirac, aprobó la nueva ley por 350 votos contra 135. La medida no elimina la semana de 35 horas, pero la pasa por alto al permitir que los patrones ofrezcan más horas de trabajo a su personal a cambio de mayores salarios.

A fin de aplicar esas reformas, empero, las empresas tendrán que retirarse de los acuerdos generales con los gremios de cada rubro, y negociar convenios de trabajo con los representantes de sus empleados. Esto quiere decir que los efectos de la reforma no se sentirán de inmediato en el mercado laboral. Tales iniciativas empresariales serían impopulares en el actual clima laboral del país. Casi un millón de trabajadores participaron este mes en huelgas nacionales y manifestaciones para protestar acerca de los propuestos cambios en sus horas de trabajo y otras limitaciones a sus beneficios laborales.


La oposición gremial
Sin embargo, la reforma podría provocar nuevas protestas de los sindicatos, que afirman que los empleados se verán forzados a trabajar un mayor número de horas sin pagas extra y que los cambios desmantelarán definitivamente la semana laboral de 35 horas.

Los sindicatos ya protagonizaron amplias protestas contra las reformas, pero el gobierno no se echó atrás a pesar de los temores de que los votantes podrían mostrar su descontento en el referendo del próximo 29 de mayo sobre la Constitución Europea.

En 1998, el partido socialista francés recortó la semana laboral a 35 horas desde las 39 anteriores para intentar reducir el alto nivel de desempleo. Grupos de empresarios, principales defensores de la reforma, defienden que sin un recorte proporcional del salario, las empresas se vuelven sencillamente menos competitivas. El gobierno dice que una mayor flexibilidad laboral será positiva para las compañías, los acuerdos salariales, el empleo y la economía.
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Las protestas contra la reforma.

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