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 sábado, 26 de febrero de 2005  
Enseñanza y equidad. Un informe de un centro de estudios sobre políticas públicas analiza hasta qué punto las condiciones educativas amplían las desigualdades socioeconómicas
Alumnos pobres en escuelas pobres
En Santa Fe, los chicos con mayores necesidades aprenden en espacios menos favorecidos en equipamiento y recursos pedagógicos

En la provincia de Santa Fe, los chicos más pobres aprenden en escuelas con mayores necesidades de infraestructura y equipamiento. El dato surge de un estudio que se propuso averiguar "hasta qué punto las condiciones educativas reducen, reproducen o amplían las desigualdades socioeconómicas del sector público". La pregunta guío un estudio realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) sobre "Los Estados provinciales frente a las brechas socioeducativas". En el trabajo se abordan de manera descriptiva las desigualdades educativas en las provincias, y entre ellas la de Santa Fe.

El análisis del Cippec indica que la situación social provincial puede ser aproximada a través del estudio de los clásicos indicadores de pobreza. Se señala entonces que el porcentaje de la población con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), que acerca una visión estructural del problema, alcanza en la provincia un 14,8%, mientras que a nivel nacional es el 17,7% (los datos corresponden al 2002).

Otros dos indicadores, más cercanos a una dimensión coyuntural, son los porcentajes de personas que viven bajo la línea de pobreza y bajo la línea de indigencia; en el Gran Rosario, estos porcentajes alcanzaban en el año 2002 el 56,2% y el 28,0% y en el Gran Santa Fe, 57,8% y 29,0%.

Para el conjunto de los aglomerados urbanos los indicadores eran del 53% y 24,8% respectivamente. Comparándola con el resto de la jurisdicciones, Santa Fe se ubica en un grupo de provincias con una situación de pobreza intermedia, dado que cuenta con una baja proporción de su población con NBI, al tiempo que presenta altos niveles de pobreza e indigencia; situación compartida a su vez por otras jurisdicciones de la región Centro.

El sistema educativo de la provincia de Santa Fe, por su tamaño, es el segundo en importancia a nivel nacional: cuenta con 3.220 establecimientos, 46.336 cargos docentes y 399.394 horas cátedra; recursos con los que atiende una población escolar de 842.794 alumnos.

La participación del sector público es del 76,6% en cantidad de establecimientos y del 73,4% en alumnos. La tasa neta de escolarización para la educación secundaria es del 71,5%.

El reporte se detiene a analizar brevemente la situación socioeconómica de la población que asiste a las escuelas de gestión estatal de la provincia: los establecimientos de EGB 1 y 2 presentan en promedio un nivel socioeconómico de sus alumnos (NSA) de 0,64, contra 0,62 a nivel nacional; mientras que en las escuelas del polimodal el NSA es de 0,71 y 0,68 respectivamente.


Calidad edilicia
Dentro de los indicadores de "oferta educativa", que menciona el análisis, figuran aquellos relativos a la oferta de recursos materiales, de docentes y las acciones compensatorias. En el primer grupo, quizás la variable de mayor importancia es la calidad edilicia, que en el caso de la provincia de Santa Fe, al igual que en el contexto nacional, tiene una relación positiva con el NSA de las escuelas, lo cual implica que la oferta edilicia del sistema está distribuida de manera tal que se amplían con ella las desigualdades sociales de origen de los alumnos.

Por otra parte, al estudiarse la disponibilidad de computadoras para el trabajo pedagógico, se observa una relación significativa con las condiciones socioeconómicas de los alumnos, a favor de aquellos sectores que presentan una mejor situación; lo que significa que existe en la provincia mayor disponibilidad de equipos en las escuelas públicas que atienden la población con menores necesidades.

Los resultados a nivel departamental señalan situaciones diversas, lo que parece indicar que la distribución de equipos en la provincia en general no ha seguido criterios de focalización, sino que es resultado de otras variables y contextos.

De allí que el estudio indica como importante revisar la equidad en la oferta de equipos de modo de homogeneizar la situación actual de los distintos departamentos.

Otra importante dimensión de la oferta educativa son las acciones compensatorias, dentro de ellas se destacan los programas alimentarios. La cobertura de estos servicios en la provincia en general es mayor a la media nacional: 83% contra 70% en copa de leche, 79% contra 71% en almuerzo, y 85% contra 67% en refrigerio respectivamente.

Respecto de la focalización, se destaca que los programas están claramente dirigidos a los alumnos más pobres. Los datos muestran que el almuerzo es el que alcanza una mejor focalización, aunque comparándolos con el nivel nacional la situación se revierte.

También cuentan en el análisis del Cippec, el indicador referido a los "resultados educativos": eficiencia interna, como la repitencia, la promoción y la sobreedad; que al ser relacionados con el nivel socioeconómico de los alumnos muestran en general mejores resultados en aquellas escuelas que reciben a los alumnos en situación social más favorable.

De estos indicadores, el que presenta una situación más desigual, respecto al nivel socioeconómico de los alumnos, es la sobreedad. En segundo lugar, se presentan los resultados obtenidos en las pruebas nacionales en las áreas de lengua y matemática, que también concentran los mayores valores en las escuelas de alto nivel socioeconómico, aunque esta relación tiene una magnitud menor que en los anteriores.


En el polimodal
En cuanto a los indicadores relacionados con la oferta educativa, en el nivel polimodal se destaca el comportamiento de la calidad edilicia, que mantiene una distribución desigual de los recursos, sesgada hacia la población más favorecida en términos sociales, aunque en una magnitud menor que en la EGB 1 y 2.

Resulta interesante también lo que sucede con los servicios alimentarios; en primer lugar, la cobertura en la provincia es menor que en los establecimientos de EGB 1 y 2, si bien es sensiblemente mayor al promedio nacional; y por otra parte, los servicios están fuertemente dirigidos a los sectores más pobres de la población escolar, en una magnitud que mejora en todos los casos el comportamiento promedio nacional.

En lo que respecta a los indicadores de "resultados", éstos presentan la situación esperada en cuanto a su distribución, los mejores resultados en general se observan en las escuelas que albergan a los alumnos de mayores recursos.

Nuevamente, como en el caso de la EGB 1 y 2, la situación más crítica la presenta la sobreedad, mientras que para la repitencia y la promoción la relación prácticamente desaparece. Los resultados en las pruebas nacionales, por su parte, muestran una situación más crítica respecto de lo que sucedía en la EGB 1 y 2, se observa así en ellos una relación muy fuerte entre el origen socioeconómico de los alumnos y los resultados que alcanzan en las pruebas.
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En las pruebas nacionales también se manifiestan las diferencias.

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