La acusada de matar a Luis Miguelez estuvo en Tribunales

Se negó a declarar la imputada de asesinar al dueño de un bar

María Emilia Coradi había dicho que sólo hablaría ante un juez, pero ayer calló

La presunta homicida del dueño de un bar céntrico se abstuvo ayer de declarar ante el juez que investiga el asesinato y luego sufrió una crisis nerviosa que obligó a asistirla en el hospital psiquiátrico Agudo Avila. Se trata de María Emilia Coradi, quien se entregó el martes a la policía cuando ya sabía que se la buscaba intensamente como principal sospechosa. La mujer tiene antecedentes penales e inclusive ya cumplió un par de condenas.

A Coradi se le imputa el homicidio de Luis Alberto Miguelez, quien recibió una puñalada mortal en el medio del pecho. Esto ocurrió la madrugada del 16 de noviembre último en el interior de "El bar de Luis", que queda en la ochava noroeste de Corrientes y Zeballos.

La mujer tiene 24 años y está embarazada de tres meses. La policía dice que trabaja como prostituta y tiene sus paradas en esquinas cercanas al escenario del crimen. Solía concurrir al bar de Miguelez y el jefe de la comisaría 2ª, comisario José Luis Juárez, ya dijo públicamente que hay evidencia que la vincula al asesinato.

Uno de los principales indicios es la declaración de testigos que la vieron en el bar la madrugada en que Miguelez murió. Otro son las rastros hallados en la escena que apuntan a Coradi, entre ellas algunos cabellos y también un par de huellas.


Dicen que hay pruebas
El martes a la noche, cuando los detectives de la Brigada de Homicidios quisieron interrogarla, Coradi dijo que sólo lo haría ante el magistrado que investiga el caso. Ayer la llevaron ante el juez de Instrucción Carlos Triglia y no cumplió su propio anticipo: hizo uso del derecho a mantenerse callada y en el expediente figura que se abstuvo de declarar. Igual está imputada como autora material de homicidio simple, un delito por el que podrían condenarla de 8 a 25 años de prisión.

La policía buscó a Coradi casi desde el primer día. Si bien en algún momento se habló de un sospechoso, los investigadores ya sabían que la mujer había estado en el bar de Miguelez la madrugada del 16 de noviembre. Los días siguientes hicieron varios allanamientos en lugares donde suponían que podían hallarla, aunque todos dieron resultado negativo y la búsqueda ya se estaba volviendo infructuosa.

Sin embargo, la presión dio resultados. Al enterarse que estaban tras sus pasos, Coradi llamó a un abogado y juntos decidieron que era mejor que se entregara. Ahora está detenida en una celda de la Brigada de Homicidios.

La policía la describe como una mujer peligrosa. Dicen que tiene antecedentes por robo, y que siempre lo hace munida con un cuchillo que utiliza para amenazar a las víctimas. Los investigadores creen que para asesinar a Miguelez utilizó un tramontina de cocina que hallaron junto al cuerpo de la víctima. Por ahora ella no dice nada.

Luis Miguelez fue asesinado de una puñalada en su bar de Corrientes y Zeballos.