Ex presidente paraguayo reclama liberación de su hija

Asunción.- El ex presidente paraguayo Raúl Cubas hizo ayer un desesperado llamado a los secuestradores de su hija Cecilia, para que respeten el acuerdo económico al que llegaron y liberen a la joven, quien lleva 65 días de cautiverio. "Llegamos a un acuerdo de pago y de liberación. Nosotros cumplimos nuestra parte y esta gente no ha cumplido. Por este medio le reclamamos el cumplimiento de su parte", dijo Cubas en una conferencia de prensa. Fue la primera vez que Cubas, quien gobernó Paraguay entre agosto de 1998 y marzo de 1999, habló con periodistas desde su regreso hace dos años al país de un exilio en Brasil.

Con la voz quebrada, Cubas explicó a la prensa que su familia eligió la vía de la negociación y se comunicó con los captores de Cecilia a través de un correo electrónico y por medio de esquelas que estos dejaban en sitios públicos. El ex mandatario leyó una carta enviada por su hija como prueba de vida, que decía: "Papá, mamá: me encuentro bien y con muchas ganas de salir ya".

"Todos creímos que estaba resuelto. Lastimosamente no fue así y hoy en día nos vemos en la obligación de hacer todo lo que esté a nuestro alcance", señaló Cubas. "A partir de ahora vamos a solicitar la colaboración del mismo diablo si es necesario", agregó el ex gobernante, quien se presentó ante los medios rodeado de su ex esposa y madre de Cecilia, Mirta Gusinsky, y su hija menor, Silvia.

Cubas no mencionó la suma de dinero que entregó a los secuestradores, pero se supo que el pago del rescate se efectuó el 12 de noviembre en la ciudad Coronel Oviedo, a unos 140 kilómetros al este de Asunción.

Dos horas después de que la familia Cubas rompiera el silencio, el presidente Nicanor Duarte Frutos se trasladó al domicilio del ex gobernante acompañado del comandante de las Fuerzas Militares, el jefe de la Policía Nacional, el ministro de Defensa y el Fiscal General del Estado.

Tras una reunión de media hora, Duarte Frutos anunció un intenso operativo terrestre, aéreo y fluvial para dar con los delincuentes y hallar con vida a la joven.

Cecilia Cubas, de 31 años, fue secuestrada el 21 de septiembre a dos cuadras de su lujosa residencia. Los captores interceptaron en dos automóviles la camioneta en que se trasladaba, rompieron los cristales del vehículo y la sacaron a la fuerza, según versiones de testigos.


Pedido y angustia
Dos semanas después del secuestro, los Cubas pidieron a la policía, fiscalía y periodistas que se retiraran de la residencia para iniciar las negociaciones con los captores.

Cubas renunció a la presidencia en medio de una grave crisis política, se refugió en Brasil y regresó a Paraguay en 2002.

El secuestro de Cecilia Cubas es el más largo registrado en Paraguay, donde este tipo de delito era desconocido hace tres años. Desde entonces se han denunciado 19 casos, todos extorsivos. (Reuters)

Cubas eligió el camino de la negociación.