Fuera de foco

"Anclamos en el absurdo"

Romina Mazzadi Arro dijo que "Bravo" aborda con ironía varios tipos de relaciones

-¿Cómo se relaciona "Bravo" con otras obras de Hijos de Roche?

-Creo que lo que hacemos ancla especialmente es en el humor negro y el absurdo. "Bravo" muestra diferentes momentos de la relación entre un hombre y una mujer que puede ser familiar, filial o fraterna. Indaga en eso y de golpe se rompe la estructura. Por momentos es un trabajo que tiene bastante humor. Desarrollamos 25 momentos muy diferentes. Es una obra que ya habíamos mostrado y ahora decidimos volver sobre ese trabajo.

-¿El absurdo es un sello del grupo?

-No sé si es un sello, pero el absurdo me permite trabajar básicamente sin exigencias en relación al tiempo del relato. Puedo administrar momentos y situaciones sin tener que preocuparme por eso. Más allá de la cosa nihilista, lo que me aporta es una muy buena construcción del humor negro. Se produce un cruce interesante entre el pensamiento de fondo y algo divertido, una especie de perpetua ironización de las situaciones.

-¿Cómo fue la evolución del grupo?

-Hijos de Roche arranca en el 98 con "Como si no pasara nada", un trabajo sobre "Los poseídos entre lilas", de Alejandra Pizarnik. Ya veníamos con una cosa medio negra, y después hicimos "Mas de lo mismo", sobre un trabajo de Federico García Lorca, que es una especie de desmontaje de "Como si no pasara nada", con un sello absurdísimo. Después "Uno busca lleno", que lo hicimos en los bares, pero con un absurdo que no funcionó en esos lugares.

-¿Cómo se inserta "Bravo" en esa continuidad de trabajos desarrollados a partir de textos?

-Se inserta como el raro dentro del grupo porque hay poco texto y es la primera obra que escribí con los actores. Pero creo que el cambio importante vino con "Hasta la exageración", porque quisimos trabajar conductas más humanas que el absurdo como para que eso tampoco se transformara en un condicionamiento. También tiene algunas cuestiones de hermetismo que fuimos reviendo y que quedaban como algo a resolver para buscar un encuentro más fluido con el público. En eso es en lo que más evolucionamos.

-¿Cómo reaccionó el público a los cambios?

-Hay un público acólito que de alguna manera también pedía otras formas de abordajes. Además está la cuestión de ir probando cosas diferentes para que lo aprendido no se transforme en una regla.

-¿Cuánto influyen los aportes de los actores?

-Lo que pasa es que estas cosas también tienen que ver con que las pretensiones de las obras surgen de los aportes de las personas que actúan. En el caso de "Bravo" esas personas son fundamentales porque son personajes surgidos de un proceso impulsado a partir del trabajo de los actores.

"Bravo" va hoy, a las 23,

en el Teatro del Rayo, San Martín 473.

Elisabet Cunsolo, Martín Gross y Romina Mazzadi Arro en una apuesta a la ironía.