Omisión de buenos ejemplos

Estamos saturados de las malas noticias. Tanto la prensa escrita, como la televisiva o radial nos informan al instante de todo lo negativo que ocurre a nuestro alrededor. Repiten notas dramáticas con contenido de violencia y maldad que no valen como ejemplos a imitar. A los mayores nos entristecen porque es poco lo que podemos hacer para lograr cambios. Pero como no todo aún está perdido, hay un hecho que los periodistas en general y los deportivos en especial han dejado de resaltar. Se trata de la destacadísima actuación que le cupo a la delegación argentina que participó del Campeonato Mundial de Taekwondo, del 14 al 19 de octubre pasado, en Corea del Sur. En el equipo argentino había varios rosarinos. Un menor de 16 años obtuvo un valiosísimo tercer puesto, medalla de bronce, en combate individual. El equipo juvenil masculino se lució con varios primeros premios. Lograron así el primer premio al mejor equipo juvenil masculino del mundo y primer premio a mejor país. Los adultos brillaron también por su sobresaliente desempeño. ¿No es suficiente todo lo mencionado para merecer la atención del periodismo? ¿Las autoridades nacionales, provinciales y municipales relacionadas o vinculadas al deporte, tampoco se enteraron? Estos deportistas son ejemplos de vida sana, esfuerzo, capacidad y sacrificio que merecen el estímulo bien ganado.

Dionisia Sevilla