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 sábado, 06 de noviembre de 2004  
Idea. El titular de Economía dijo que la Argentina no puede competir en el mundo con bajos sueldos
Lavagna amenaza con subir salarios por decreto si las empresas no lo hacen
Al cerrar el encuentro empresario de Mar del Plata, rechazó el pedido de bajar las retenciones a la exportación

Patricia Martino / La Capital

Mar del Plata (enviada especial). El ministro de Economía, Roberto Lavagna, amenazó con instrumentar nuevos aumentos salariales por decreto si las empresas no las actualizan por su cuenta. El jefe del Palacio de Hacienda cerró ayer en Mar del Plata el 40º coloquio de Idea, ámbito en el cual lo más granado del empresariado nacional reclamó una rebaja de impuestos "distorsivos".

"¿Distorsivos para quién?", se peguntó Lavagna, y se contestó: "Para ustedes, pero ustedes no son toda la sociedad". Y además aseguró que las retenciones no se eliminarán sino que, en todo caso, "se transformarán en un nuevo impuesto que pueda ser cobrado".

Frente a un auditorio que no termina de acomodarse al nuevo discurso kirchnerista, Lavagna rezongó contra el apoyo que dieron los empresarios y economistas a las recetas de la década del 90 y aseguró que la Argentina está en "el momento" de "afianzar un horizonte positivo en el mediano plazo".

En ese sentido, aseguró que la Argentina "no va a competir en el mundo en base a salarios bajos sino en base a valor agregado, a productividad y a calidad relativa de sus recursos humanos".

En ese sentido, frente a los empresarios que se manifestaron en contra de la prórroga de la doble indemnización, Lavagna instó a las empresas a aumentar salarios en la medida que crezca su productividad y advirtió que podría haber nuevos decretos de aumentos.

El jefe del Palacio de Hacienda recordó que durante el año se dio una suba del desempleo en momentos de la crisis energética, en quince días de marzo, todo abril y quince días de mayo, pero luego volvió la tónica declinante. En septiembre, indicó, esa tendencia se convalidó.

Más adelante afirmó que "el impuesto al cheque se reducirá en la medida en que se incremente la recaudación del impuesto a las ganancias" y que "pasará en forma gradual a ser tomado como pago a cuenta".

Precisamente, destacó que en 2004 se dio por primera vez que por el impuesto a las ganancias, que es un tributo "progresivo", se recaudó más que por el IVA. También refutó los reclamos por la eliminación de las retenciones a la exportación.

Un día antes, los empresarios Oscar Vicente, Enrique Pescarmona, Alfredo Coto e Ignacio González García habían pedido la eliminación de los "impuestos distorsivos".

Ante este pedido, Lavagna retrucó que "las retenciones no van a desaparecer, sólo se transformarán en un nuevo impuesto que pueda ser cobrado".

Ante un auditorio que lo escuchó con suma atención y en silencio, Lavagna instó a los empresarios a "consolidar una etapa económica de crecimiento y desarrollo diferente a la que hemos vivido en las tres últimas décadas".

Esta etapa de crecimiento "se debe dar sin grandilocuencias y rescatando los activos humanos, sociales y naturales con que cuenta nuestra sociedad".

Tras afirmar que en enero se retomarán las negociaciones con el FMI, el ministro de Economía dijo que continuará con la política de tener un elevado superávit fiscal. Pero aclaró que para lograrlo el "Estado se debe alejar de los grupos de presión".

En el mismo sentido, manifestó que "se han comprado 1.000 millones de dólares con superávit fiscal" y anticipó que se continuará con la política de mantener elevado el tipo de cambio real. Las reservas, señaló, "servirán para amortiguar el posible impacto inflacionario" a la vez de "mantener el tipo de cambio real" una vez que se cierre el tema de la deuda e ingresen en el país nuevos flujos de capitales.

Remarcó que se seguirá desalentando también el ingreso al país de cap itales especulativos y que "si es necesario se van a volver a aplicar controles" para esa entrada, tal como pasa en Chile que son obligados a permanecer más tiempo en el país.

El ministro avaló el pedido de prórroga de la ley de emergencia económica para el 2005 bajo el argumento de que "hay 2 millones de personas sin trabajo, porque la mitad de la población está por debajo de la línea de pobreza".

Sin embargo, destacó que "esta ley es controlada por el Congreso" que junto al Ejecutivo "irá sacando aquellos temas que se vayan solucionando" hasta transformarla en una "una emergencia light".

Los empresarios mostraron una marcada cautela ante los dichos del ministro. Enrique Pescarmona, quien consideró que Lavagna realizó "un discurso muy optimista con bases interesantes que a la gente le gustó mucho y, personalmente, a mí también".

Un tanto más crítico resultó Alfredo Coto quien señaló que "el discurso (del ministro) nos conformó (a los empresarios) pero pensamos que todo debe hacerse más rápido y así se lo pedimos".

En tanto, Sebastián Sarapura, directivo de General Motors Argentina, dijo que el ministro "presentó un buen diagnóstico de la situación" pero estimó que "hay muchas oportunidades para mejorar la economía y él lo sabe, aunque no detalla cuál es la base real de su plan económico".
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Lavagna: "Argentina no competirá con el mundo en base a salarios bajos".

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