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 domingo, 10 de octubre de 2004

Letra chica
Siguiendo la ruta del Che
Un circuito turistico rehace los pasosde Ernesto Guevaraen Bolivia

René Villegas

El periplo de Ernesto Guevara por Bolivia se convirtió esta semana en un circuito turístico, al lanzarme la llamada "Ruta del Che", un proyecto con financiamiento y apoyo internacionales, que busca beneficiar a empobrecidas comunidades a lo largo del recorrido cubierto por el legendario revolucionario argentino-cubano antes de su muerte en 1967.

Entre el lunes y el viernes pasados, los participantes de la primera travesía que partió de la oriental ciudad de Santa Cruz, a 800 kilómetros de La Paz, disfrutaron servicios turísticos preparados por centenas de humildes familias campesinas de la vasta región.

Los albergues, restaurantes, centro de información y microempresas para los visitantes fueron construidos y montados por los impulsores del proyecto, financiado con recursos del Instituto Británico de Desarrollo Internacional (Dfid, por su sigla en inglés) y el auspicio del viceministerio boliviano de Turismo.

"Esperamos beneficiar a 500 guaraníes -etnia predominante en esa región del sudeste boliviano-, de manera directa, y a otras 2.000 personas, indirectamente," dijo Jacqueline Peña y Lillo, responsable del proyecto, durante una entrevista telefónica con Reuters.

La travesía llegó en su tercer día a Vallegrande, una remota y empobrecida población, que se yergue en la planicie de un enorme valle rodeado de boscosas montañas, a unos 800 kilómetros al sudeste de La Paz.

La vida de los 6.000 habitantes de Vallegrande está íntimamente ligada a la imagen del asmático comandante que, carabina al hombro, circuló en 1967 por las cercanas serranías al mando de medio centenar de guerrilleros.

Tendido sobre una destartalada lavandería de cemento del único y viejo hospital de Vallegrande, el cadáver del Che -semidesnudo, descalzo, con los pantalones raídos pero con el rictus de una disimulada sonrisa en el rostro barbado y abiertos los ojos claros- quedó expuesto ante la mirada del mundo entre el 9 y 10 de octubre de ese año.

Vallegrande nunca más fue la misma. Sus mujeres, en especial las de mayor edad, encienden de vez en vez alguna vela en devoción a quien identifican como "San Che".

La "Ruta del Che", con base en informes y memoria de los habitantes de Vallegrande, junto a testimonios escritos por protagonistas enrolados en los dos bandos de combatientes, incluye, entre otros, los siguientes sitios que marcaron la culminante fase de la vida del célebre revolucionario latinoamericano:

Camiri: centro petrolero en cuya división militar fue encarcelado y procesado el intelectual francés Regis Debray.

Lagunillas: lugar elegido por Guevara, en la parte alta de una inaccesible montaña, para instalar la guerrilla el 7 de noviembre de 1966 y desde cuya zona lanzó operaciones exploratorias hasta producirse el primer combate con el ejército boliviano, el 23 de marzo de 1967.

Samaipata: poblado tomado por los guerrilleros el 6 de julio y escenario de la primera incursión insurgente victoriosa.

Vado del Yeso: lugar en que la guerrilla del Che absorbió la peor de sus derrotas y que, según evaluación militar, marcó "el principio del fin" de las columnas insurrectas.

Quebrada del Yuro: un cañadón en cuya profundidad el Che y una pequeña columna de sus diezmados guerrilleros sucumben bajo el fuego de artillería durante encarnizados combates. El Che, herido de bala en la pantorrilla derecha y con la carabina destrozada por un disparo en el caño, es capturado.

La Higuera: villorio adonde el prisionero extranjero es conducido para ser encerrado en una pequeña escuela de barro. Al amanecer del 9 de octubre, el suboficial Mario Terán ingresa al pequeño cuarto, en uno de cuyos rincones el comandante dormita sentado sobre el suelo de tierra. Terán duda en disparar su carabina. "¡Dispare. No tenga miedo!", le grita el Che y el suboficial consuma la sentencia del alto mando militar boliviano.

Hospital de Vallegrande: amarrado a los patines de un helicóptero militar, el escuálido cadáver de Ernesto Guevara es depositado sobre la rústica lavandería del hospital para ser expuesto a la prensa mundial.

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El Che, presente también Cuba.

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