Extraño crimen de un auditor de la Caja de Previsión Social de la provincia

Hallan a un abogado muerto de tres disparos en la nuca dentro de su casa

Era separado, vivía solo y lo halló una de sus cuatro hijas. El móvil sería pasional. Su personal trainer fue demorado

Santa Fe.- Un profesional que cumplía funciones como delegado del Tribunal de Cuentas en la Caja de Previsión Social de la provincia fue encontrado muerto de tres balazos por una de sus hijas en la noche del pasado viernes en una vivienda ubicada en el macrocentro de esta capital. Se llamaba Héctor Edgardo Pacheco, era abogado y contador.

Inicialmente las pesquisas policiales se volcaron a analizar las actuaciones que últimamente prestaba el funcionario provincial quien, según algunos medios periodísticos, habría recibido presiones por su trabajo de parte de desconocidos, a los que había auditado relación a hechos de corrupción.

No obstante, anoche La Capital pudo saber que en las últimas horas los investigadores consideraban que la motivación criminal pudo provenir de cuestiones propias de la vida privada de Pacheco, un hombre que vivía solo tras haberse separado varios años atrás de su esposa, quien reside con sus cuatro hijas en Buenos Aires.

Precisamente una de esas hijas fue la que encontró muerto a su padre al ingresar a la casa de calle Crespo 3725. La joven, una adolescente, llegaba de Buenos Aires con el objeto de pasar con el fin de semana largo con su padre. Al avanzar en la casa, se topó con el cuerpo yacente sobre una colchoneta que estaba tendida en el suelo.

El cadáver estaba de espaldas, con las manos debajo de la almohada y presentaba tres heridas de bala en la nuca. En ese momento la hija del funcionario se encontraba acompañada por su abuela materna, quien vive en una casa contigua.

Después el médico forense actuante comprobaría que Pacheco había sido ultimado con disparos de una pistola calibre 38, arma considerada de guerra. Aunque la vivienda demostraba que había sido prolijamente revisada, la policía verificó que el homicida no se llevó objetos de valor, tales como joyas que había en la casa. Dado que el profesional vivía solo y recibía visitas esporádicas de sus familiares, se ignora hasta el presente qué buscaba el malhechor y si se registró algún faltante de importancia.

En tanto, anoche permanecía demorado aunque no imputado el personal-trainer de Pacheco, un joven de 29 años quien podría proporcionar mayores pistas en torno a este crimen, que generó inquietud en la ciudad, en la que recientemente por un fallo de la Justicia se recordó el caso del asesinato de otro abogado local, Raúl Drago, concretado en el verano del año 2000 y que a la fecha permanece impune.

Respecto al crimen de Pacheco, a la policía le llamó particularmente la atención que la vivienda del funcionario se encontraba cerrada con llave, al tiempo que el cuerpo de la víctima no presentaba signos de haber opuesto resistencia de tipo alguno, por lo que se interpreta que la persona que lo mató sería algún allegado al dueño de casa. Otro dato que tomaron en cuenta los investigadores está dado por el hecho de que en el cenicero que hallaron cerca del cadáver había varias colillas de cigarrillos, por lo que era presumible que el funcionario hubiera estado conversando con su asesino.

El vespertino "El Litoral" informó en su edición de ayer que desconocidos "se metían" con la vida privada del abogado y contador y que "lo amenazaban cuando trabajaba alrededor de asuntos delicadísimos como millonarios faltantes de dinero que se verificaron -y nunca se aclararon-, en distintos organismos del Estado provincial".

Al respecto, La Capital consultó a altos jefes de la Unidad Regional I de la policía sobre estos supuestos. Que respondieron que en sede policial no existen constancias de denuncias del tenor aludido. Las actuaciones sumarias del caso fueron iniciadas en la seccional 4ª, pero en el hecho ahora investigan, con conocimiento del juez de instrucción en turno, Raúl Saurín, los agentes de la Sección Homicidios de la Unidad Regional I.

El crimen se habría cometido en horas de la madrugada del pasado viernes, el cuerpo de la víctima estaba cubierto por una manta y yacía sobre la colchoneta en la que habría practicado los ejercicios indicados por su personal-trainer. Este joven se habría retirado de la casa alrededor de las 21.45 del jueves último. Los vecinos no habrían escuchado detonaciones de armas de fuego. En la vivienda no fue hallada el arma que se utilizó para darle muerte a Pacheco, hecho que tuvo las características de una fría ejecución.

La casa de Héctor Pacheco en Crespo al 3700, donde lo acribillaron a balazos.