| domingo, 10 de octubre de 2004 | Preparación para el parto El embarazo y el parto son acontecimientos vitales que siempre se han desarrollado siguiendo las mismas pautas. De hecho, no hay nada más natural que el proceso de la información y el nacimiento de un nuevo ser, responsable de la continuidad de la especie humana. Sin embargo, a lo largo de la historia, todo lo relacionado con la maternidad ha sido revestido de un halo de misterio y magia que, incluso hoy en día, se conserva en algunas culturas.
Los enormes avances tecnológicos y científicos, especialmente durante el siglo XX, han sido acompañados de un cambio importante en la manera de vivir el embarazo y el parto tanto para la madre como para el padre.
Durante el siglo XVI la mujer paria de pie y con la ayuda de una matrona. Nunca el hombre estaba presente. A principio del siglo XX el parto ya se practicaba, a menudo, en la cama.
En algunas culturas concientizadas de que desde el interior del útero, el feto recibe la influencia de las experiencias de la madre, apelan a creencias y rituales. Así por ejemplo, para no perjudicar al nuevo ser, las mujeres de Humla evitan las peleas y las de Nigeria ponen su mano sobre el ombligo ante una escena desagradable.
Las tradiciones de culturas diferentes marcan pautas diversas de cómo debe prepararse la mujer para la llegada del nuevo hijo. Las mujeres hawaianas se dan masajes diariamente con aceite kukui para evitar la aparición de grietas. En ciertas tribus norteamericanas, se frotan la piel con el extremo cortado de hojas hervidas del árbol de goma para tonificar y prevenir las estrías.
Las zulúes practican ejercicios respiratorios como preparación para el parto y también para que el feto se fortalezca. Otras culturas consideran que la danza es un buen método para facilitar el nacimiento. Actualmente las clases teóricas y el entretenimiento psicofísico son los pilares de los cursos de preparación para la maternidad. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |