Año CXXXVII Nº 48536
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Salud 06/10
Autos 06/10
Turismo 03/10
Mujer 03/10
Economía 03/10
Señales 03/10


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 10 de octubre de 2004

La petroquímica trabaja en el límite de la capacidad instalada pero no hay inversión
Los brasileños van por un nuevo polo en la frontera con Bolivia. El problema local es la falta de financiamiento

La recuperación del mercado interno permitió a la industria petroquímica salir a flote después de varios años de crisis, y hoy este sector está trabajando al límite de la capacidad instalada. Las fábricas del sector efectuaron fuertes inversiones durante la década pasada, unos u$s 2.500 millones sólo para el período 1998/2001, que se concentraron fundamentalmente en torno al polo petroquímico de Bahía Blanca. La necesidad de atender la mayor demanda lleva a explorar la posibilidad de nuevas radicaciones, que tienen al Gran Rosario como un destino posible, pero la falta de fuentes de financiamiento significan una traba objetiva. En ese marco, el país corre el riesgo de perder protagonismo en un rubro tradicional, mientras los brasileños ya se pusieron a trabajar en un nuevo proyecto, a localizar en la frontera con Bolivia.

La situación y las posibilidades del sector fueron analizadas el martes pasado en el transcurso de una conferencia de prensa organizada por la Asociación Petroquímica y Química Latinoamericana (Apla) que prepara la 24ª Reunión Latinoamericana de Petroquímica que se desarrollará en Buenos Aires del 6 al 9 de noviembre próximos (ver aparte).

El director de Apla y presidente de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica, Oscar Vignart, destacó que la actividad comprende a unas 2.000 empresas que generan mano de obra calificada para unos 52 mil trabajadores en forma directa y unos 350.000 indirectos.

El sector exporta por u$s 1.700 millones anuales, y el 30 por ciento de su producción se concentra en plásticos, fibras sintéticas y fertilizantes. El volumen de producción anual es de u$s 17.300 millones, y de u$s 12.800 millones si se excluye a la industria farmacéutica.

Con la fabricación de unos 50 productos, la Argentina concentra un 12 por ciento de la producción petroquímica de toda Latinoamérica. En la región sólo la superan Brasil, que tiene un 40% de la producción y dos países que son fuertes productores de petróleo como México (22%) y Venezuela (17%). Tras la instalación del polo petroquímico de Bahía Blanca Argentina empezó a perder el tren de las inversiones intra Mercosur. Los brasileños avanzaron con una instalación en Río de Janeiro, que utilizará gas natural como insumo, y tienen en estudio un segundo emplazamiento a radicarse en la frontera con Bolivia.

Jorge Sampietro, vicepresidente de Apla, consignó que "en el Mercosur cada 4/6 años se hace necesario resolver un nuevo polo. La Argentina hoy tiene disponibilidad de materia prima, pero para competir por la nueva radicación hay que resolver los problemas estructurales que están pendientes, para facilitar la llegada del crédito y que se faciliten las inversiones".

Por su parte, Vignart consignó que la situación macroeconómica provoca que "no exista hoy un listado de potenciales proyectos, pero el agotamiento de la capacidad instalada en la industria va a incentivar el surgimiento de nuevas iniciativas". La aplicación del 5% de retenciones sobre las exportaciones del sector "es otra desventaja competitiva para la industria", acotó.

Para desarrollar un proyecto de estas características hacen falta cinco años hasta la puesta en marcha. Según Vignart, el gasoducto del Noreste, que permitirá traer el gas de Bolivia, "es un hito importante para la industria, porque en las cuencas norte, sur y la de Neuquén se hace imposible pensar en un nuevo gasoductos. Claro está, habrá que asegurarse que el precio del gas sea competitivo, para que el sector mantenga su potencialidad".

Ese gasoducto llegará hasta Santa Fe, y ello potencia las posibilidades del cordón industrial para ser sede del nuevo polo. De hecho, la región perdió en la década pasada aquellos 2.500 millones de dólares de inversión por la intransigencia de una intendencia del Gran Rosario, que pretendió cobrar la tasa del gas sin tener en cuenta que se trataba de un insumo estratégico para el inversor y la radicación terminó en Bahía Blanca.

G.G.



enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El sector, que agrupa a dos mil empresas, exporta por 1.700 millones de dólares.

Notas Relacionadas
Reunión cumbre


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados