Consumo. Los empresarios de Rosario y la región aseguran que los foráneos no cumplen las ordenanzas y leyes provinciales vigentes que regulan al sector

Los supermercadistas locales despuntan una nueva batalla contra los híper

Los comercios chicos quieren terminar con los beneficios que gozan las grandes superficies radicadas en la ciudad

Patricia Martino / La Capital

La reactivación económica de Rosario y su región que llegó de la mano del boom del campo también movilizó el desarrollo de otros sectores, en especial los relacionados al consumo. Así, el escenario mejoró para los restaurantes, hoteles, el mundo del espectáculo, los negocios de indumentaria y los supermercados. De este modo, la zona se convirtió en centro de interés de los inversores y desembarcaron en la ciudad grandes centros comerciales. Pero ante esto surgen algunas preocupaciones por parte de los supermercadistas locales que no ven con muy buenos ojos el avance de los hipermercados.

La Cámara de Supermercados de Rosario sostiene que la ciudad ya cuenta con la cantidad de bocas de ventas necesarias para satisfacer la demanda local, o la que llegue gracias al auge del turismo, por lo tanto, plantea que no deberían realizarse nuevas aperturas. Además, según la legislación vigente -aseguran- el número de comercios habilitados sobrepasa el máximo autorizado para la ciudad a nivel provincial.

Los empresarios locales consideran que aunque las ventas en la provincia no cayeron durante junio como sí ocurrió a nivel nacional, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el escenario para los chicos será desigual frente a los grandes si en Rosario continúa la radicación de grandes superficies comerciales.

Asimismo, insisten con que los grandes emprendimientos se frenaron durante los peores meses de la crisis argentina que llegaron después de diciembre de 2001 y se reactivaron cuando vieron que el negocio volvía a ser rentable. En cambio, los supermercados locales aguantaron el período más duro de la debacle aún a costa de no lograr altos márgenes de ganancias o conseguir lo mínimo indispensable para mantenerse.

Durante una reunión de la cámara realizada la semana pasada en la Asociación Empresaria de Rosario (AER) se determinó solicitarle al municipio y al Concejo que por 180 días se suspenda el otorgamiento de permisos de edificación y habilitaciones para grandes superficies comerciales que proyecten instalarse en la ciudad.

En ese sentido, dejaron en claro que la idea no es prohibir el acceso de inversores a la ciudad sino que la ley sea pareja para todos. El objetivo de esta propuesta es que las autoridades se empapen de la legislación vigente para hacerla cumplir en el futuro porque -aseguran- en la actualidad existen excepciones. La Municipalidad se comprometió a reunirse esta semana con la cámara supermercadista de Rosario.


Normas iguales para todos
Los empresarios locales sostienen que algunos funcionarios tiene una "confusión" sobre la normativa vigente, porque cuando comerciantes rosarinos solicitaron la habilitación de negocios la Municipalidad los envió a la ordenanza que regula el tema, mientras que con los grandes inversores no se aplicó el mismo criterio.

Según la legislación provincial vigente cada ciudad debe dividir su cantidad de habitantes por 8 y así obtendrá los metros cubiertos correspondientes a comercios que debe tener. En la Rosario esta ecuación marca 120 mil m2, pero hasta el momento ya existen 160 mil m2 y con la apertura de dos nuevos centros comerciales en la zona norte el número se ampliará a 200 mil m2. Además, teniendo en cuenta la legislación municipal las grandes cadenas están limitadas a instalar un número determinado de sucursales en la ciudad, aunque por excepción del Ejecutivo la cifra se puede ampliar. La legislación a la que se hace mención son la ordenanza 7.220 y la ley provincial 1.209.

La cámara que nuclea al sector asegura que en Rosario no se cumple la legislación que regula la radicación de hipermercados. De ese modo, sostienen, se habilitaron negocios que no deberían haber abierto sus puertas si el municipio y la provincia cumplieran ordenanzas y leyes vigentes.

Asimismo, los representantes de los pequeños y medianos comerciantes aseguran que las grandes superficies comerciales cuentan con algunos "beneficios" que hacen más competitivos sus precios respecto a los negocios locales. Uno de los puntos en cuestión sería el pago del Drei.

Carlos Berrettoni, gerente general de Micropack, se refirió a las diferencias entre lo que abonan por Drei los súper e híper. "Las empresas locales pagamos en base las ventas de los locales, en cambio para los de origen foráneo se tiene en cuenta el convenio multilateral (funciona como el sistema de coparticipación, teniendo en cuenta todas las sucursales de cada empresa en el país se divide lo que debe aportar al municipio) y así pagan mucho menos que en nuestro caso", precisó.

Oscar Soda, gerente de La Gallega, remarcó que en Rosario existe una saturación de supermercados. "Con el advenimiento de nuevas bocas vamos a tener un nuevo escenario que no va a ser favorable, el mercado no se ensancha", indicó.

Respecto a la apertura de nuevos comercios, Soda explicó que la cadena que administra cumple con las normas vigentes según las cuales no estaría en condiciones abrir nuevos locales. "Si nosotros cumplimos las ordenanzas y las leyes que regulan al sector porque los de afuera no", se preguntó el empresario.


El negocio de los chinos
Respecto a la suspensión por 180 días de las habilitaciones a comercios, el titular de Micropack mencionó que este criterio ya se utilizó para frenar la apertura de negocios de extranjeros sin residencia. "De la misma manera que se suspendió la habilitación a los negocios de los extranjeros, estamos pidiendo a las autoridades municipales 180 días durante los cuales no se permita ningún tipo de habilitación hasta tanto no tengamos una ordenanza igualitaria para todos", indicó Berrettoni.

El titular de supermercado Azul, Roberto Lázzaro, advirtió que la apertura de autoservicios de origen asiático se realizó en forma desordenada y que por eso es necesario revisar la situación. "Tenemos que poner mejores ojos cuando se habilita un negocio de este tipo, hay que cumplir las reglas municipales", dijo.

Los autoservicios chinos están en el centro de la tormenta porque los supermercadistas locales aseguran que se enfrentan a una competencia desleal. Consideran que este tipo de negocios tiene precios por debajo del costo, algo prohibido por la ley, porque no entregan facturas o tickets, tiene empleados en negro o venden mercadería robada. En la ciudad habría unos 65 comerciantes de origen chino sobre un total de 2 mil supermercados y almacenes habilitados por el municipio.

Los empresrios locales piden al municipio que se suspendan por 180 días los permisos de nuevas habilitaciones a grandes hipermercados.