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 viernes, 25 de junio de 2004

Hace una semana los vecinos de Las Flores no saben nada de Oscar Cacho Lucero
El miedo no dejó ni las huellas del almacenero
Frente al negocio, hoy cerrado, mataron a una mujera horas de un sórdido asalto. Su dueño se esfumó

Hoy hace ocho días que Oscar Cacho Lucero desapareció de su casa del barrio 17 de Agosto y nadie sabe dónde está. El jueves 17 de junio sepultaron los restos de María Nazaret Melgarejo, su empleada de 31 años que fue asesinada de un balazo en la puerta de la granja del ex líder de uno de los sectores de la hinchada rojinegra. Desde entonces los vecinos de Las Flores Este, como también se la conoce a la barriada, le perdieron el rastro. Los habitantes hablan a hurtadillas porque el temor se instaló entre ellos, aunque coinciden en algo: el balazo calibre 22 que le perforó el cráneo a María no estaba dirigido a Lucero, sino que el destinatario del plomo era la mujer que atendía detrás del mostrador del almacén.

Esta versión no parece avalar la acusación que formuló Lucero al día siguiente del crimen de su empleada. El almacenero sostuvo que el intento de robo a su comercio "no fue un asalto común sino "un apriete" cometido por "los matones de la hinchada de Newell's". Sin embargo, un vecino que vive a pocos metros de la vivienda de Cacho señaló que la bala no estaba dirigida a él, sino a la mujer. "En el momento que mataron a esta chica, yo lo había llevado a Oscar a un video. Hicimos 50 metros con el auto, pero no nos dimos cuenta de lo que había pasado. Cuando volvimos nos enteramos que había muerto", recordó el hombre.

Cuando recibió el proyectil mortal, María estaba conversando en la vereda del almacén con un hijastro y un hermano del comerciante. La misma hipótesis sostiene María Inés Cosiansi, la presidenta de la vecinal 17 de Agosto. "La destinataria del balazo era ella (por María) por haber puesto la cara y salir a defender su barrio", afirmó con énfasis. Es que ella habló por los medios sobre lo ocurrido en su zona luego de un asalto resistido por Cacho, que retuvo de los pelos a uno de los intrusos y lo entregó.

Al parecer, en la madrugada del jueves 17, Lucero se fue de la Flores Este al que había llegado cinco años atrás cuando se inauguró un complejo de viviendas de similar diseño construido por la provincia. Su granja que había abierto un mes atrás está cerrada. Detrás de un enrejado que protege el ingreso al comercio quedaron apoyados en el suelo dos carteles con ofertas manuscritas de alimentos.

Atrás había quedado la agencia de venta de autos que había manejado en la zona oeste de la ciudad. Vivía solo en la casa que se levanta detrás del almacén desde que se separó de su esposa dos años atrás. Y tal vez no había superado el dolor que padeció cuando falleció su hijo discapacitado de 21 años. Una semana antes de su muerte, María había comenzado a atender el almacén de Lucero. "Lo ayudaba porque la chica necesitaba dinero para mantener a sus hijos", contó una docente que conocía a Cacho desde que llegó al barrio.

La mujer recordó los días que el dueño de la granja lavaba su auto enfundado en la camiseta leprosa. También comentó el escudo de Newell's que había pintado en los fondos de su casa. "No sé nada de sus vinculaciones con la barra de Newell's. El ahora no iba a la cancha", aseguró. También afirmó que una semana antes del asesinato de María, un grupo de desconocidos ya había baleado la granja de Lucero.

Sin embargo, un pibe de unos 17 años comentó que "los domingos venía a la casa (de Lucero) un colectivo que llevaba hinchas de Newell's a los partidos en Buenos Aires". Aunque no pudo afirmar si el violento suceso fue el epílogo de un enfrentamiento entre barras.

El 16 de junio, dos hombres armados entraron al almacén de Lucero. Empujaron al suelo y amenazaron de muerte a Nazaret, mientras uno de ellos gritaba "dale, matala". Después, uno de los maleantes forcejeó con Lucero, que logró inmovilizarlo y entregarlo a la policía. Enseguida, el otro ladrón junto a dos cómplices que lo esperaban en la puerta huyeron cubriendo el escape a los tiros.

Un día después, un balazo disparado desde unos 60 metros de distancia perforó el occipital izquierdo del cráneo de Nazaret. La mujer murió en el acto.

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El almacén de Cacho Lucero, cerrado. Allí mataron a Nazaret Melgarejo de un balazo.

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